“La reducción de huella de carbono no se ve en ninguna otra parte del planeta”

Pablo Leguizamón, gerente de operaciones comerciales de carbono de Bayer, dialogó con Punto biz sobre Pro Carbono, el programa de agricultura regenerativa que la compañía impulsa en sociedad con la cerealista Viterra. El ejecutivo reveló que en la primera campaña se obtuvo una disminución del 70% de la huella de carbono, el cual es “un valor que no se ve en ninguna otra parte del planeta”. Tras haber operado con un millón de hectáreas en el primer año de vigencia del plan, aspiran a duplicar la apuesta en la campaña nueva. 

- ¿Cómo fueron los avances del Pro Carbono? 

- Lo lanzamos hace tres campañas en Argentina, con un foco muy concreto de implementar prácticas de agricultura regenerativa y medir el impacto que eso tiene en el suelo y en la huella de carbono. Nuestro modelo inicial planteó una monetización, o sea  generar un negocio a partir de la implementación de estas prácticas y su impacto en la acumulación de carbono en el suelo, y vamos avanzando. El punto de partida fue que gran parte de los productores argentinos parten desde producciones muy sustentables, así fue que definimos junto a Viterra que la herramienta más importante era cuantificar, mostrarlo y en alguna medida monetizarlo por medio de la huella de carbono. El programa lo lanzamos el año pasado, nos propusimos medir la huella de carbono sobre un millón de hectáreas de soja, y también de tener la trazabilidad del cultivo y entender si proviene de un campo con libre deforestación o no. La suma de estos dos conceptos es muy potente y conectan con muchos mercados y certificaciones. 

- ¿Cuántos productores significan ese millón de hectáreas? 

- Para el primer año fueron 400, que recolectamos  de un segmento de productores ya digitalizados y concentrados en cuánto a la superficie de sus producciones.  Es que necesitábamos que el productor tenga toda su información digitalizada para poder llevarla a nuestra plataforma y a partir de allí medir y entender el impacto sobre los cultivos. 

-¿O sea que el productor que se quiera sumar debe tener alguna cuota de sofisticación para dar cuenta de los procesos? 

-Desde Bayer acompañamos al productor en este camino de digitalización, y si ya vienen trabajando con una plataforma digital se aceleran los pasos, porque hay labores que se ejecutan y que si no se captura la información en el momento indicado después es muy difícil volver para atrás. Tener el dato, tener la información, es un valor. Tal vez hoy el productor no lo ve pero el día de mañana realmente eso va a generar, cada vez mayor valor no solamente para el productor en sí sino para toda la cadena para el agro argentino. 

- ¿El nivel de inversión necesario para adquirir tecnología significa que Pro Carbono es un programa reservado solo para operadores importantes o también incluye productores de mediana y baja talla?

- No veo por qué en un productor pequeño o mediano no pueda acceder a estas tecnologías. Las plataformas no tienen costo, realmente conectan y nosotros no se lo cobramos al productor. Fieldview lo mismo, se puede acceder a una licencia que permite hacer las mínimas operaciones para poder tener la información necesaria y medir la huella de carbono. 

- Sí necesitan llegar a los detectores locales para poder subir la información a la plataforma. 

- Exactamente, pero tenemos un equipo a campo que acompaña a los productores y se enfoca en que sea un trabajo lo más simple posible. Apostamos a sacarle el trabajo al productor, nosotros nos hacemos cargo y acompañamos en todo este proceso, el productor tiene que asegurarse de tener la información y que sea válida, que sea de calidad, porque está sujeta a una auditoría de una tercera parte que verifica y puede o no validar. 

-¿Qué pueden decir de los resultados obtenidos y cómo incide en el bolsillo del productor? 

- Para mí el dato de mayor impacto para mí es cuando tomamos los mejores lotes medidos durante la campaña 23-24 y los comparamos con los datos de los estándares internacionales, vemos una reducción de huella de carbono del 70%. Estamos en menos de 100 toneladas de CO2 equivalente por tonelada de soja, que son valores que no se ven en otro lugar del planeta, y que realmente nos posicionan con una producción súper sustentable, lo cual nos abre muchas oportunidades comerciales hacia adelante. Con el modelo que aplicamos la campaña pasada, se puede acceder a condiciones diferenciales sólo por el hecho de medir. 

-¿Y existe algún dato de rentabilidad adicional? 

- Eso depende mucho del caso particular de cada productor, no puedo dar un valor exacto, pero sí podemos decir que este programa de soja de huella de carbono es muy competitivo si lo comparamos con los programas que ya estaban vigentes en el mercado. 

-¿Para la campaña nueva cuál es el objetivo? 

- Para esta campaña el desafío es enorme, vamos a duplicar el volumen, o sea que estamos hablando de dos millones de hectáreas de soja, más del 10% del área argentina, queremos que esté medida y seguir posicionándose fuera del país. 

-¿Cuál es la principal dificultad cuando hablás con el productor, a la hora de sumar voluntades? 

- La desconfianza, muchos productores dicen esto es demasiado bueno para ser verdad, Preguntan: ¿Dónde está la trampa? ¿Qué vas a hacer con mis datos? Esa es la principal barrera, y nuestro mensaje es que los datos se están utilizando para la medición de huella, para la trazabilidad y para conectar con mercados, para nada más que eso, los productores firman y aseguran el destino. ¿Adónde van a ir esos datos? No veo grandes razones para tener desconfianza y creo que acá realmente es algo único. Hay varios actores importantes de la cadena agroindustrial que se unen para agregar valor y bueno, a veces al productor le cuesta entrar por estos motivos. Pero tienen que estar tranquilos de que estamos acá para agrandar la torta entre todos y seguir agregando valor como cadena.