Consejos básicos para una navegación segura en Internet

A medida que aumenta la cantidad de transacciones en línea, crece la cantidad de ciberdelincuentes dispuestos a sacar su tajada. Se calcula que en total los ciberataques contabilizan una suma superior a los dos billones de dólares anuales en pérdidas. Aunque ningún método es infalible, aquí hay un listado de puntos clave a tener en cuenta para evitar un hackeo.

Usar medios de pago seguros

La información financiera es la más codiciada por los delincuentes. Si un hacker accede a una cuenta bancaria, puede hacer transferencias para extraer el dinero o incluso, dependiendo del país y la entidad bancaria, acceder a un crédito pre aprobado para robar aún más.

Por eso, buscar medios de pago seguros es crucial. Un método digital como astropay es seguro, por ejemplo, ya que garantiza transacciones confiables y protege la información financiera de los usuarios. 

Además, es importante que tus billeteras virtuales no estén conectadas a una cuenta bancaria principal, o sea, la cuenta que recibe la nómina o los ingresos más grandes. Es mejor elegir opciones recargables.

Certificados de encriptación

La implementación de certificados de encriptación es esencial para salvaguardar la integridad y privacidad de la información transmitida en línea. 

Cuando navegues en una página, asegúrate de que tenga el candado en el buscador, es decir, que cuente con un certificado SSL para ofrecer una capa adicional de seguridad en las transacciones y la comunicación digital.

Estos certificados garantizan que los datos se cifren durante la comunicación, evitando posibles interceptaciones o manipulaciones por parte de terceros malintencionados.

Contraseñas robustas: el primer escudo

La creación y gestión de contraseñas sólidas son fundamentales para proteger cuentas en línea. Contraseñas robustas, combinando letras, números y caracteres especiales, forman la primera línea de defensa contra posibles intrusiones. 

Evitar el uso de contraseñas fáciles de adivinar y actualizarlas periódicamente contribuye significativamente a la seguridad de las cuentas, dificultando los intentos de acceso no autorizado.

Autenticación de dos factores: cómo mejorar la seguridad de una cuenta

La autenticación de dos factores (2FA) eleva la seguridad al requerir dos formas distintas de verificación para acceder a cuentas en línea. Al combinar contraseñas con un segundo elemento, como códigos generados o mensajes SMS, se fortalece la autenticación. 

Este método reduce la vulnerabilidad frente a ataques comunes como el phishing o la suplantación de identidad, ofreciendo una capa adicional de protección para cuentas sensibles.

Actualizar el software: por qué influye en la seguridad

Mantener el software actualizado es esencial para la seguridad cibernética. Las actualizaciones periódicas no solo mejoran las funciones y la eficiencia, sino que también corrigen vulnerabilidades de seguridad conocidas. 

No actualizar el software deja sistemas propensos a ataques, ya que los ciberdelincuentes pueden aprovechar brechas conocidas. La actualización constante, tanto de sistemas operativos como de aplicaciones, es una práctica fundamental para fortalecer la defensa contra amenazas cibernéticas.

Entrar únicamente a redes seguras

Acceder únicamente a redes seguras es un paso básico para evitar riesgos de seguridad. El uso de redes wifi públicas y no seguras puede exponer la información transmitida a posibles interceptaciones. 

Configurar y utilizar redes wifi seguras, preferiblemente con cifrado WPA3, ayuda a proteger la conexión a Internet. Además, verificar la autenticidad de las redes antes de conectarse y evitar transacciones sensibles en redes no seguras contribuye a resguardar la privacidad en línea.

A medida que las transacciones en línea proliferan, los ciberdelincuentes intensifican sus ataques, con pérdidas anuales que superan los dos billones de dólares. Aunque ninguna medida es infalible, adoptar prácticas clave puede reducir significativamente el riesgo de hackeo. 

Utilizar medios de pago seguros, implementar certificados de encriptación, gestionar contraseñas robustas, emplear la autenticación de dos factores, actualizar software regularmente y acceder solo a redes seguras son pasos fundamentales para salvaguardar la privacidad y la seguridad en la era digital.