"Europa no puede tener flexibilidades con Grecia que no tuvo con otros países"

El reférendum griego determinó por amplia mayoría rechazar las medidas de ajustes que buscaba aplicarle la troika erupea. ¿Qué pasa ahora? ¿Grecia saldrá del Euro? El analista internacional, Claudio Fantini, analizó el tema en Base de Datos, el programa económico de Radio Meridiano (FM 107.1).

Pareciera ser un proceso complicado. Da la impresión de que hay mucha incertidumbre sobre lo que puede llegar a ocurrir. ¿Usted cómo lo ve?

En rigor, la negociación va a seguir a partir de las próximas horas. Lo que ha logrado el gobierno actual es fortalecerse de cara a su propia sociedad, más que frente al FMI, al Banco Central Europeo y a la Comisión Europea. De algún modo el gobierno ganó y también perdió, porque su posición ha ido cambiando desde un primer momento hasta cuando se llegó a la votación. Antes de que este gobierno tuviera este Primer Ministro, cuando fue oposición del anterior gobierno de gran coalición, pedían la salida de Grecia de la Eurozona, volver a la moneda anterior y dejar de tener el Euro. Y cuando empezó la campaña hacia este referéndum, fue la Unión Europea la que empezó a decir que si ganaba el no era no a la Eurozona, lo que significaba que Grecia se fuera del Euro. Ahí el gobierno actual dio un giro copernicano y empezó a decir que Grecia de ningún modo salía del Euro, y que el no era no a las imposiciones prepotentes sobre los ajustes que querían que se apliquen. En esto sí tienen razón, porque está claro que las imposiciones sirven para bajar el déficit pero no para reactivar economías débiles, cómo lo es la griega actualmente.

Uno entiende que una de las piezas fundamentales de este gobierno griego, en esta negociación, fue su ministro de economía. Y ahora revalidado con el respaldo al no, al mismo tiempo lo está resignando. Esto tiene que ver con una actitud de tratar de recomponer las negociaciones y de acceder a las peticiones de los europeos, ¿no?

Sí, el ministro de economía tiene un enfrentamiento muy fuerte y una dificultad personal para llevar adelante estas negociaciones. Ahora la gran pregunta es cómo siguen adelante estas negociaciones. En los últimos días se vieron signos alentadores de parte del titular de FMI, ha habido señales de entender que las recetas aplicadas no pueden representar tales impedimentos para la reactivación de una economía. De hecho, cuando los griegos llegan a las urnas se estaban pronunciando sobre una propuesta europea que ya no existía, ya en los días anteriores el gobierno venía cambiando su posición positivamente. Ahora habrá que ver qué tan positivamente.

El interrogante que uno se hace es sobre el componente político de esta historia. Si le aflojaran la cuerda demasiado a Grecia, uno podría pensar que entonces hay un esquema que puede llegar a ser de mayor fluidez de recursos hacia los países con problemas, y eso de alguna forma estaría emponderando a gobiernos como los que encabezan España o Grecia, ¿no?

El tema es que Europa no puede tener flexibilidades hacia Grecia que no tuvo hacia otros países. Hay una complejidad muy grande que se deriva de la ortodoxia con la que se han manejado hasta ahora el FMI y el Banco Central Europeo. Vamos a ver cómo sigue todo, porque todavía no está claro. Ahora hay un hecho crítico, un gobierno en Grecia que con la prueba de las urnas de ayer o quedaba obligado a renunciar y a adelantar las elecciones o quedaba fortalecido. Pasó esto último, habrá que ver cómo negocian.