Claves para evitar que el estrés debilite las defensas

Está demostrado que el estrés trae consecuencias negativas para el organismo a corto, mediano y largo plazo. Desde patologías cardíacas hasta cánceres diversos, sus efectos son sumamente nocivos para la salud, y también afectan al individuo en el día a día.

Cuando se atraviesa una situación estresante, el cuerpo ingresa en una especie de "modo de defensa". Los niveles de hormonas del estrés, la adrenalina, y de cortisol aumentan, al igual que el ritmo cardíaco, la presión arterial, la respiración se acelera y hasta los músculos se tensan.

Estos cambios fisiológicos preparan al cuerpo para enfrentar una situación de emergencia, lo cual desde el punto de vista evolutivo es útil. Sin embargo, en la actualidad, las personas están constantemente bombardeadas por molestias más comunes: actividades laborales, familiares, compromisos.

Estas constantes modificaciones en el organismo producen un estado hiperactivo, pero esa vaivén de "lucha o huida" en períodos repetidos agota, debilita la respuesta inmune, lo que provoca diversos síntomas, que van desde problemas gastrointestinales, dolores de cabeza e insomnio o desde infecciones respiratorias a enfermedades coronarias, explicó el especialista.

Para reducir el estrés, la estrategia por excelencia es bajar el ritmo cardíaco con una respiración profunda. Inhalar mientras se expande el abdomen, pausar, y luego exhalar lentamente mientras se cuenta hasta cinco. Repetir durante unos minutos.

Otra técnica altamente efectiva es realizar una caminata de 20 minutos, ya que esto sirve para bajar los niveles de hormonas del estrés.

Es importante complementar estos recursos con actividades de “self care” o cuidado personal, como visitas a amigos o psicoterapias, ya que hablar ayuda a disminuir el estrés con bastante rapidez.

También es fundamental recuperar el sentido lúdico que muchas veces se pierde en la edad adulta. Esto significa dejar las actividades por un rato, olvidarse del trabajo, para ver una película al mediodía o sólo 'apagar' el correo electrónico luego de la cena para ver una serie de TV o jugar un videojuego.