La Siderurgia juega una nueva ficha para frenar importaciones chinas

El ingreso al país de aceros de origen chino a precios irrisorios puso en alerta a la industria siderúrgica, ya sacudida por la depresión de los precios internacionales y una abrupta caída de las ventas en el mercado doméstico.

La contraofensiva corre por cuenta de Acindar, que tiene su principal emplazamiento en Villa Constitución, en el sur santafesino, quien presentó ante el gobierno nacional un trámite de antidumping para contrarrestar la nueva oleada de productos asiáticos.

Se trata del primer caso de antidumping que toma estado público desde el comienzo de la gestión de Mauricio Macri, luego de que a fines del año pasado se cayó el cepo establecido por medio de las declaraciones juradas de importación (DJAI), a partir de una sanción de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La administración macrista instrumentó un nuevo régimen de licencias no automáticas de importación, que permite retrasar el ingreso de mercadería importada pero no impedirla, pero autorizó un sinnúmero de DJAI que estaban pendientes de ejecución durante el último año de la gestión K, que significó la irrupción de un volumen importante de productos off shore.

Durante los últimos meses hubo polémica sobre el impacto real de las importaciones, medidas en relación a lo que se manufactura en el mercado interno. Las autoridades de Industria dicen que el volumen de importaciones resulta insignificante, pero los industriales advierten que se trata de la punta del iceberg.

Facundo Velazco, gerente de Legales y Relaciones Institucionales de Acindar, advirtió en diálogo con punto biz que “los trámites para impedir el ingreso de productos extranjeros a precios de dumping pueden demorar dos años, el gobierno nacional debe actuar ya, porque después será tarde”.

Acindar hizo todos los deberes ante las autoridades oficiales, mostrando sus estructuras de costos y rentabilidad, y comparándolas con las listas de precios chinas “que sólo son posibles de conseguir con dumping social, por el pago de salarios irrisorios”, pero no obtuvo la devolución esperada.

Abierto el procedimiento de dumping, la compañía perteneciente al grupo indio Arcelor Mittal aspira a conseguir medida cautelar de vigencia inmediata, para no tener que afrontar el trámite más farragoso de llegar a sentencia, que demora años y mientras tanto siguen llegando las importaciones.

Con el panorama actual, también complicado por la caída de las ventas internas, Acindar vino haciendo malabares durante todo el año para sostener la producción. En Villa Constitución pactó un régimen de suspensiones, y en la planta Navarro de Rosario se suprimió uno de los tres turnos de actividad. Por lo pronto, Velazco aseguró que no están previstos nuevos ajustes sobre el recurso humano.   

Acindar provee básicamente a la industria de la construcción y al campo. La construcción, salvo un pequeño brote verde en el mes de septiembre evolucionó todo el año a la baja, mientras que el campo mejoró por la reducción de retenciones pero aún demora decisiones de inversión. Con todo, Velazco prevé que en 2017 puede haber una recuperación de la producción.