Siete recomendaciones para emprendedores

1. Posiciónese: Es la recomendación clásica que, aunque todo parezca cambiar, sigue siendo esencial. Significa ser el mejor en algo, para alguien o en algún lugar.

Lidereun rubro (aunque sea un sub rubro, ejemplo, “confección de anteojos de alta graduación”), sea el líder para un grupo de clientes (un segmento o un nicho de mercado (ejemplo, fanáticos del racketball) o lidere en alguna zona (ejemplo, la mejor pizzería de Lomas de Zamora).

¿La “liderazgo” le parece demasiado “comercial”? OK: cámbiela por “referente”. E intente convertirse en el referente en un tema (ejemplo, conservación del patrimonio textil en piezas del siglo XIX), para un público al que le importe ese tema (ejemplo, gente vinculada a la museología), en algún sitio en donde el tema sea relevante (ejemplo, culturas del Río de la Plata).

2. Solvencia: Parece lo opuesto a la creatividad pero es parte de ella. Significa adquirir todas las habilidades, conocimientos y capacidades que sean necesarias para sostener su emprendimiento a lo largo del tiempo.

El objetivo aquí es la continuidad. ¿Quiere deleitar a su cliente con una atención extraordinaria? Muy bien. Pero este deleite no sirve para nada si sólo lo logra en aquellos días en que está inspirado y todo le sale bien. Lo importante es como sigue deleitando al cliente aún en aquellos días en que todo parece conspirar contra Usted.

Un emprendimiento original puede nacer a partir de una buena idea. Pero las grandes ideas se esfuman si no construye solvencia a lo largo del tiempo.

3. Micromundo: Cree su propi “surtido” de productos (servicios, conocimiento, propuestas de valor) alrededor de su proyecto. Innove, pero con calma y buscando profundidad.

4. Esencia: No negocie la esencia de su proyecto. Haga lo que mejor sabe hacer, hágalo bien y trabaje para las personas que lo creen y le dan apoyo.

El eje de su proyecto deben ser, siempre, las personas que confían en Usted. Piense e innove a partir de las personas que más lo valoran y que más le exigen: socios, proveedores, público, clientes, colegas…

No tiene sentido ir reduciendo calidad y prestaciones para satisfacer a aquellos que siempre van a estar reclamándole más por menos.

5. Potencia: Lo que haga, hágalo “con todo”. Si su clave, por ejemplo, es la rapidez en la entrega, intente entregar en tiempos récords, entregue certificados de “entrega cumplida en tiempo récord”, entrene a las personas que hacen las entregas, publicite esta fortaleza.

6. Pensamiento Lateral: mire su proyecto desde otros ángulos. Para un emprendedor es muy útil hacer las cosas como no las hace la mayoría. Por supuesto: no tendrá un público masivo pero, si lo hace bien, conseguirá llegar a a lugares que nadie llega.

Ser un poco tozudo a veces está bien (aunque ser siempre un terrible testarudo es inmolarse). Hay ideas que requieren mucha constancia hasta que están definitivamente instaladas. Generalmente, porque implican una mirada direrente de las cosas.

7. Historias: cuente una buena historia. Y, lo que es más importante, vaya creando Usted mismo una buena historia. Es decir: tome decisiones pensando no sólo en la efectividad de los resultados sino en el efecto que tendrán estas decisiones en su trayectoria.