Se inspiró afuera y volvió a Rosario con almohadón bajo el brazo

Verónica López es rosarina, aunque vivió un largo lapso de tiempo en Buenos Aires. Allí, hace cinco años, vio el negocio en comercializar sus creaciones en tela y ahora volvió su ciudad natal con un poderoso emprendimiento que ofrece coloridos productos y vende a todo el país, mientras planea la apertura de su showroom exclusivo. Almohadones personalizados, carpitas canadienses para cuartos, banderines forman parte de su nutrido catálogo que incluye telas importadas.

“Cuando me mudé a Buenos Aires empecé a trabajar en el Congreso, y tenía mucho tiempo para aburrirme. Siempre me gustó la decoración, y gracias a Internet podía meterme en blogs y mirar creaciones de distintas personas. Cuando veía algo que me gustaba, me guardaba la imagen, y después intentaba replicarlo en casa”, contó a punto biz la emprendedora.

De todas maneras, no pensó en comercializar hasta que subió una foto a Facebook con un juego de almohadones hecho por ella. “Me empezaron a preguntar de dónde lo había sacado, que les haga uno, y ahí vi el negocio”, explicó, y así, con mucha incidencia del boca en boca y los amigos y conocidos de la joven, nació El Pez Punteado, una tienda online que ahora ofrece productos en distintas telas abocados principalmente a la decoración y las utilidades infantiles: bolsos maternales, banderines, baberos, sobres para guardar pañales, entre muchos otros, siendo los almohadones personalizados (con nombre) su producto estrella.

Vende online, por menor, mostrando sus cosas en los espacios que la marca mantiene en las principales redes sociales. “El trabajo de un emprendedor, cuando hace venta minorista, se trata principalmente de responder mails y aclarar consultas, todo el tiempo”, comentó la diseñadora, quien vende a todo el país enviando por correo (principalmente al sur) además de en Capital Federal, donde tiene el 80% de sus clientes. Incluso, consiguió algunas ventas fuera del país.

Extrañando, a fines del año pasado Verónica volvió a Rosario y con ella trajo su negocio. “Ahora que muchos empezaron a saber que estoy acá, me estoy haciendo conocer en Rosario, donde ya tenía algunos compradores”, dijo.

La emprendedora trabaja con telas que trae de afuera (en viajes que hace ella o algunos conocidos) y asegura que eso es un importante diferencial para su marca: “En Argentina hay pocas opciones, y eso hace que después veas la misma tela en todas partes, y que la usen todos los emprendedores en miles de productos distintos. Yo soy obsesiva de la calidad”. También, con ayuda de su padre, fusionó telas y maderas dando forma a lo que ella llama "Carpas del Pez", pequeñas carpas infantiles de "estilo canadiense".

Ya instalada en la ciudad, Verónica espera a la primavera para estrenar un flamante showroom exclusivo de El Pez Punteado, montado en su propia casa, al que los interesados podrán concurrir mediante una cita previa. Además, planea incorporar más productos, siempre en el marco de la decoración infantil. Y mientras, seguirá presentándose en ferias, buscando expandirse, y defendiendo la mano de obra que ahora es 100% rosarina.