¿Cuántos robos a comercios contabilizaron este años los empresarios?

El sector comercial es uno de los blancos más expuestos a la ola de inseguridad que castiga a la ciudad. El año pasado, los medios periodísticos cubrieron en la ciudad de Santa Fe 133 asaltos y 84 robos a panaderías, estaciones de servicio, heladerías, agencias de quiniela y negocios de ropa, entre otros. 

El dato es el eje de un informe que elaboró el Observatorio del Centro Comercial de Santa Fe y es un termómetro —porque se sabe que son muchos más los hechos de inseguridad— que se utiliza para analizar el crecimiento del delito en la ciudad, ante la falta de cifras oficiales. 

“Indudablemente que los registros oficiales ofrecerían una visión precisa de la magnitud del problema, por lo que es deseable que el anunciado envío de información desde el Ministerio de Seguridad al Ipec en 2013 se traduzca en informes reveladores de la situación de inseguridad que vive la sociedad y el comercio en particular”, plantea el trabajo que firma Lionel García, director del Observatorio.

Al estudiar los datos de 2014, el estudio descubre algunas tendencias interesantes: — La mayoría de los atracos contra comercios ocurren en el centro de la ciudad, en donde se concentra un gran número de los negocios. Los autoservicios y despensas, panaderías, estaciones de servicio, heladerías y bares son los blancos preferidos por los ladrones. 

— Los asaltos contra estaciones de servicio crecieron en comparación con los últimos años.

— El 92% de los robos ocurren de madrugada, cuando no hay nadie en el negocio. La mitad de los asaltos son a la tarde y en las primeras horas de la noche.

— En los meses de verano (los picos son en febrero y enero) es cuando se incrementa la cantidad de delitos contra los comercios.

— El informe también advierte el “evidente incremento de violencia, agresividad y hasta irracionalidad de los delincuentes”, que no se conforman sólo con la obtención de dinero y mercadería, sino que atentan con “frialdad y sin piedad” contra sus víctimas sin necesidad, con golpes, disparos y agresiones de todo tipo.

Conclusiones 

“Consideramos que los datos aquí vertidos justifican la angustiante preocupación de todo el sector ante este flagelo que afecta a toda la sociedad, que se acrecienta y ahonda en la actividad comercial, debido a la alta exposición que ofrece a los delincuentes”, destaca el estudio.

García recuerda que cada uno de estos sucesos ha provocado consecuencias a las víctimas: “Tanto heridas físicas y psicológicas para colegas comerciantes, empleados y clientes eventuales”. 

Otro problema relevante es que los referentes de los negocios que recién comienzan se siente “doblegados por una realidad que los acosa” y también hay comercios históricos que resolvieron cerrar sus puertas por el miedo (uno de los últimos ejemplos fue la tradicional panadería Santo Domingo que abrió sus puertas en 1861). 

“La impunidad de los delincuentes los alienta a delitos mucho más osados y arriesgados. Esta impunidad aumenta proporcionalmente al aumento de la sensación de desprotección de la ciudadanía, que atónicos son espectadores de actos de extrema violencia”, concluye el informe.