Juntos pero desparramados: en qué se diferencian las cuatro listas

El exabrupto de Carolina Losada sobre los sueños narco de los jóvenes santafesinos puso de manifiesto las diferencias que existen en el frente Juntos, que une a parte de la UCR, el PRO y un grupo de outsiders que encontró en este espacio un hueco para pelear por un cargo de relevancia nacional.

"Los chicos en Santa Fe sueñan con ser narcos o sicarios en Santa Fe", lanzó a principios de semana la periodista, que se hizo conocida por su participación en Intratables y que, de la mano del radical Julián Galdeano, ahora pelea por una banca en el Senado. Su frase fue criticada por un amplio coro de dirigentes -inclusive los de su (¿mismo?) espacio-, pero le sirvió para posicionarse, en el marco de una campaña de corto aliento. A río revuelto…

Lo cierto es que el nombre de la escudería política tiene un nulo correlato con su configuración. De los frentes que competirán en las próximas elecciones, es el que más listas presentó (cuatro), expresión del desconcierto generado por la falta de un liderazgo claro en el espacio que gobernó al país entre 2015 y 2019.

El último intento de unidad naufragó cuando Miguel del Sel declinó participar en el comicio. Así las cosas, las listas se terminaron armando más por alianzas individuales entre referentes que por acuerdos macro entre los partidos. 

Una por una

La nómina encabezada por Federico Angelini es la que, a priori, tiene mayor aceptación de las principales referentes del espacio panmacrista y supo sumar una cuota de transversalidad. Es que el vicepresidente nacional del PRO aparece primero en la boleta de senadores, acompañado por la actual diputada provincial Amalia Granata, un acuerdo que fue bendecido por el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. Los acompañan los actuales diputados nacionales del PRO Luciano Laspina (con escasísimo recorrido en la Provincia) y Gisela Scaglia, que aspiran a renovar sus bancas.

La lista de Angelini se hizo transversal para recoger afluentes antiabortistas y relacionados con la iglesia evangélica, pero es la única que no tiene dirigentes radicales en los principales lugares. 

En cambio, la que lleva como primer aspirante al Senado al ex intendente de Santa Fe José Corral, que cerró un acuerdo con el sector del PRO encolumnado tras el concejal rosarino Roy López Molina, que va como primer candidato a diputado nacional. Esta nómina, que trata de postula como promotora de cierto “equilibrio”- está bendecida por la líder de la Coalición Cívica Elisa Carrió, cuya fuerza colocó a Lucila Lehmann como segunda postulante a la Cámara Baja.

También está encabezada por un boina blanca la lista que ubica a Maximiliano Pullaro como primer pretendiente al Senado. El actual diputado provincial es la marca más visible del desarmado del Frente Progresista, un proceso que se consolidó  tras la muerte de Miguel Lifschitz. Bajo la tutela del porteño  Martín Lousteau, selló una alianza con su compañero de bancada en la Legislatura Gabriel Chumpitaz (PRO), que lidera la boleta de aspirantes a diputados nacionales. 

Por último, lo dicho: Carolina Losada, que fue tentada por el sector del radicalismo para encabezar la boleta de senadores. La acompaña en segundo lugar el intendente de Avellaneda Dionisio Scarpin, quien supo cobrar relevancia con la pueblada en defensa de Vicentin. En la papeleta de candidatos a diputados nacionales figuran el ex intendente santafesino José Corral y la actual edila rosarina Germana Figueroa Casas (única proveniente del PRO que figura un lugar expectante).