Delivery de tragos y remeras de autor: el rebusque de un bar para pasar la crisis

Mientras que los comercios minoristas comienzan a volver paulatinamente al ruedo, la fase 4 de la cuarentena no representa demasiado alivio para los bares y espacios culturales de la ciudad, dos de los rubros más golpeados por el aislamiento social obligatorio que ya lleva casi dos meses. Es por esto que El Diablito Bar decidió afrontar el problema con una dosis de creatividad y apelar a su clientela con una serie de “acciones” propuestas a través de sus redes sociales.

La primera acción, que arrancó esta semana, consiste en la venta por encargo de una remera original con la fachada de El Diablito, ilustrada por el dibujante Kristian Rossi. “Ya teníamos en mente generar algo de este tipo con ilustradores amigos, antes de que pase todo esto. Nos parecía bueno tener un souvenir del bar, en ese momento, y hoy se transformó en una herramienta de ayuda al Diablito y a todas las personas que conformamos el equipo de laburo”.

Próximas acciones incluyen un delivery de tragos artesanales envasados en petacas, que va a arrancar con Negroni y después se va a ir ampliando, y la venta de productos exclusivos de la línea Campari, desarrollada en el marco de una campaña global de la marca en la cual El Diablito fue seleccionado entre los mejores bares de coctelería del país.

“Lo que tiene nuestro sector es que todavía está todo en stand-by. Cuando se vaya reactivando queda un panorama complejo”, comentó a PuntoBiz Mariano Frías, uno de los propietarios del establecimiento. “Nuestra principal referencia es la parte cultural y la parte de coctelería, entonces nos acercamos con un aspecto cultural y creativo”, sumó.

El Diablito es un bar pequeño, ubicado fuera de los circuitos comerciales principales pero con una clientela cautiva. Tal vez por esta razón, sumada a nueve años de tupida programación cultural y una interesante oferta de tragos, no le faltan seguidores fieles. “La característica nuestra es que tenemos una relación muy cercana con el cliente, a diferencia de negocios un poco más grandes. Tenemos muchos amigos,” explicó el propietario.

En efecto, el post de Facebook con el que lanzaron la iniciativa juntó casi 900 “me gusta” en menos de tres días. “Todo es orgánico, no accionamos a través de inversiones de desarrollo de comunicación,” aseguró Frías. “De hecho no nos deja de sorprender la repercusión de esta publicación. Indudablemente la gente nos aprecia”.