Los ediles opositores de Venado Tuerto, decidieron en la sesión de este miércoles trasladarle al Ejecutivo municipal el problema de la tienda estilo “La Salada” bonaerense, que pretende instalarse en el centro de la ciudad, entendiendo que ya están sancionadas las normativas necesarias para definir si se acepta o no la instalación del emprendimiento.
“La Venadita”, tal el nombre de la tienda que se instalará en Estrugamou al 200, generó fuertes reclamos del Centro Comercial e Industrial y como acto reflejo el Ejecutivo decidió trasladarle el problema al Concejo y tomarse 90 días para resolver el caso.
Este miércoles el tema ingresó al recinto legislativo a través de un proyecto del edil Roberto Meier, quien planteó que “ya existe legislación para permitir la instalación de este tipo de emprendimientos y que de acuerdo al Plan de Desarrollo Territorial, el lugar donde está proyectado el emplazamiento (avenida Estrugamou al 200) es el indicado”.
Según Meier, “la reglamentación ya existe, por lo tanto el Ejecutivo no se puede negar a habilitarlo si cumplen con todo”.
El texto presentado por el edil establece que “este Concejo comunica al Departamento Ejecutivo Municipal que considera que el emprendimiento está encuadrado según el artículo VI.14 del Plan de Desarrollo Territorial”.
Sin embargo, varios ediles opositores, especialmente los dirigentes del PRO surgidos o relacionados con entidades empresariales o comerciales, pusieron sus reparos, dejando entrever que no quieren que La Venadita abra sus puertas.
En este marco, Meier no se anduvo con rodeos y afirmó: “El Municipio frenó el expediente por la protesta del Centro Comercial e Industrial, cuando en realidad el proyecto se encuentra encuadrado”.
De todas formas, la presión de los ediles del PRO y la tibieza del radical Carlos Díaz Vélez, motivaron que se tuviera que modificar el texto original de la propuesta de Meier para pasar a uno mucho más insulso, solicitando que “el Poder Ejecutivo se atenga a las ordenanzas vigentes” para definir la habilitación de este emprendimiento.
Este proyecto tan elemental se terminó aprobando por seis votos contra tres, dado que los ediles del oficialismo votaron en contra, y ni siquiera intervinieron en el debate ni argumentaron las razones de esta postura.
