Compraventa de propiedades en Rosario 2020: qué dieron los números

Los trámites registrados por el Colegio de Escribanos de la segunda circunscripción de Santa Fe permiten evaluar el comportamiento de la actividad inmobiliaria de Rosario durante el 2020, un año especialmente sacudido por el doble efecto de pandemia + inestabilidad cambiaria. 

La sumatoria de crisis sanitaria más crisis financiera determinó una caída del 25% en la cantidad de operaciones y desmoronó las operaciones efectuadas con crédito hipotecario, que retrocedieron un 161%. 

Según el registro público, durante el año pasado se contabilizaron 9.816 escrituras de compraventa, 24,6% menos que durante 2019. Cabe señalar que la caída fue mucho más estrepitosa durante el primer semestre (-46,42%), cuando las oficinas públicas y privadas debieron permanecer cerradas por la cuarentena, mientras que en los meses de julio a diciembre casi que se repitieron los números del año anterior, con una leve caída del 0,3%.

En cuanto a la celebración de hipotecas las cifras fueron mucho más contundentes. Es que en 2020 se contabilizaron 174 operaciones, en tanto que en 2019 habían sido 446, lo cual significó una una caída del 161%. Los datos son aún más duros si se tiene en consideración que el 2019 ya había sido un año de crisis por la recesión económica y la devaluación del peso. 
 
Al analizar la estadística mes a mes, se observa claramente el impacto de las restricciones impuestas por la cuarentena. Abril y mayo fueron períodos con escasísima actividad, con caídas interanuales mayores al 90% en las operaciones de compravente. Conforme se fueron liberando actividades, el sector fue repuntando, para terminar noviembre y diciembre con mejores guarismos que en 2019.

El siguiente gráfico muestra el movimiento mes a mes durante los dos últimos años:

Vale recalcar que, aunque a la baja, la actividad del sector inmobiliaria en Rosario mostró mejor desempeño que otros distritos. Mientras que a nivel local las operaciones retrocedieron 24,6%, en Ciudad Autónoma de Buenos Aires cayó un 44%, en tanto que la provincia de Buenos Aires lo hizo en un 50%.