La Afip le sigue mostrando los dientes a Vicentin

Cuando Alberto Fernández anuló el decreto de intervención sobre Vicentin, advirtió que utilizaría todas las herramientas posibles para que el Estado recupere los créditos reclamados en el concurso. En esa línea puede leerse la dura postura que viene teniendo la Afip, que tras verificar una acreencia seis veces mayor a la denunciada por la firma ahora pide investigar a fondo la venta de acciones de Renova, la que a su juicio podría constituir “un acto fraudulento”.

A través de un escrito presentado ante el juez de la convocatoria Fabián Lorenzini, el ente realiza un pormenorizado análisis de la operación, ocurrida en las horas previas al “estrés financiero” y por el cual la agroexportadora dijo haber recibido u$s 122,7 M. “La secuencia está plagada de indicios en el tiempo, la forma y la sustancia que permiten sospechar que el acto encuadra en una simulación entre Vicentin y Glencore a través de sus controladas”, asevera.

Según las actas de directorio, Vicentin se desprendió el 3 de diciembre de 2019 del 16,67% de las acciones que tenía en Renova. La operación se hizo pública 15 días después. La propia empresa fue la que dejó trascender a la prensa el valor de venta, el cual luego se vio reflejado luego en un borrador que publicó la Sindicatura General de la Nación (Sigen), que capturó la información en el breve lapso que duró la intervención.

La compañía santafesina detenta actualmente el 33,3% del paquete accionario de Renova. Sin embargo, esa posición -según dijo su apoderado en el expediente- está atada a la suerte de una serie de contratos de fasón que por ahora la Justicia no convalidó (hubo un pedido en junio, que logró el aval de la sindicatura, pero Lorenzini aún no se manifestó positivamente al respecto).

El destino del dinero por la venta del 16,67% siempre estuvo bajo la lupa, habida cuenta de que habría ocurrido apenas 24 horas antes del anuncio del “estrés financiero”. Ante un planteo realizado a mediados de año por parte de los bancos extranjeros en la justicia estadounidense, Vicentin comunicó que por la operación le quedaron unos u$s 96,4 M limpios, los cuales fueron utilizados para pagar a productores y proveedores.

Las explicaciones dadas por la concursada fueron en su momento puestas en duda, pero el caso había dejado de estar en la agenda. Ahora la Afip afirma que esos u$s 96.4 M “nunca fueron ubicados en ninguno de los informes” de la causa.

El organismo tributario sugiere que el hecho involucra una maniobra de vaciamiento, que “se completa con la cesión de la posición contractual que realiza la firma Vicentin poco antes de su concursamiento”. Es que en fecha 22 de enero, la agroexportadora cedió a Oleaginosa Moreno (propiedad de Glencore) su derecho de requerir la capacidad productiva de la tercera parte del complejo industrial de Renova. Para la Afip, con ese acto “la concursada queda fuera de la operatoria de Renova. Los dividendos que podrían corresponder a la actividad agroindustrial ya no pasarán por Vicentin”.

“Siendo que en la presente cuestión tenemos también presentes los elementos constitutivos del fraude a tenor del art 962 del CCyCN (deudor en estado de insolvencia, acto que ocasiona perjuicio a los acreedores y crédito de fecha anterior al acto del deudor) es que planteamos que la investigación a desarrollarse tenga en miras no sólo la posibilidad de la existencia de un acto simulado, sino eventualmente la de un acto en claro fraude a los acreedores” que hacen procedente la acción revocatoria, explica Afip.