Vicentin arregló contratos con Friar previo a la venta y pide el aval del juez

Mientras la venta de Friar sigue generando ruido entre los acreedores de Vicentin, la agroexportadora solicitó al juez Lorenzini que le autorice dos contratos con la empresa frigorífica, ahora propiedad del fondo BAF Capital. El pedido, que se hizo a través de un escrito presentado en el expediente concursal, ya fue girado a la Sindicatura, quien deberá opinar antes del pronunciamiento del magistrado.

A través de sus abogados, la compañía en default pidió por la renovación de dos contratos de alquiler, que según aseveran "no resultan de utilidad para la actividad propia de la concursada, y -por ende- la continuidad de su uso en locación resulta conveniente a efectos de generar ingresos genuinos".

El más importante se refiere al alquiler de las instalaciones industriales que Friar utiliza en el Complejo Industrial Vicentin SAIC de Avellaneda, cuyo plazo original se encuentra vencido desde 2019. La intención de las partes es ahora celebrar un nuevo entendimiento, por un período de tres años y un valor de u$s 2.500 mensuales.

El inmueble en cuestión encierra una superficie de 2.664 m2 y consta de seis zonas. Había sido entregado en locación en 2009, dentro de los galpones para silos que Vicentin tenía en desuso desde 1997, cuando reubicó las instalaciones de su planta aceitera en Avellaneda.

Además del alquiler, los asesores legales de la agroexportadora destacan que dicho contrato resulta valioso por los servicios de vapor que presta a Friar, que le reportan sumas mensuales por más de u$s 110.000. "De no aprobarse esta contratación, además de perjudicarse innecesariamente a la locataria (...) generará un daño a todas luces irrazonable a Vicentin", aseveran.

Por otro lado, la concursada solicitó que le autorice a firmar un segundo contrato de locación con Friar, en este caso por un terreno rural de 450 hectáreas en Nicanor Molinas, donde la empresa frigorífica realiza la actividad de feedlot.

A la fecha, la relación entre las partes vinculada a dicho inmueble se encuentra vencida. Según relatan los abogados de Vicentin, "Friar presentó una propuesta de mejoras sobre el bien (un nuevo galpón de 1.600 m2 y un playón de 1.050 m2), requiriendo la celebración de un nuevo contrato por un plazo no menor a 36 meses".

Por este último negocio, la agroexportadora apunta a hacerse de u$s 5.000 dólares mensuales, amén de la propia valorización del bien, ya que las mejoras quedarán en propiedad de la concursada. Entre los argumentos que utilizan para convencer al juez, se destaca que una negativa podría hacer desistir a Friar de continuar con la actividad, generando pérdidas de trabajo.

La confirmación de la venta de Friar al fondo BAF Capital no pasó desapercibida entre los acreedores de la agroexportadora. La reacción no sólo se quedó en las críticas sino que también hubo presentaciones judiciales para declararla nula, por parte de Afip y Banco Nación.