El balance de Vicentín quedó en ascuas por $ 80.000 M que se esfumaron

Las cuentas de Vicentin al 31 de octubre de 2019 -fecha de cierre del último ejercicio- contrastan con las cifras presentadas por la propia empresa al momento de solicitar el concurso preventivo, y agigantan sospechas sobre maniobras irregulares. El ítem Bienes de Cambio, que básicamente refleja activos en mercadería, casi que desapareció en apenas 100 días -pasó de $84.000 M a sólo $610 M-, y la diferencia no fue a parar a ninguno de los otros rubros que puedan explicarlo, como cuentas de Caja, Bancos o Créditos por Ventas. Es decir, se esfumó. 

La información surge de documentación interna de la firma KPMG -que audita las cuentas del grupo Vicentin- y datos que Vicentin presentó en otra causa ajena a la convocatoria que se tramita en tribunales provinciales, porque el balance 2019 aún sigue sin ser presentado, a pesar de las intimaciones. Según la Sindicatura concursal el balance “se encuentra en proceso de cierre”. El punto es que por ley debió presentarlo antes del 28 de febrero pasado, pero no logra que lo firme su auditor externo.

La rúbrica de KPMG supondría convalidar las siderales diferencias que existen en los saldos de las cuentas entre octubre de 2019 y febrero de 2020, un período de apenas 100 días. Al 31 de octubre de 2019, el rubro Bienes de Cambio totalizaba $84.000 M. Sus dos principales cuentas eran Materia Prima y Productos Elaborados, que tenían un saldo positivo de $65.700 M y $17.960 M respectivamente. En cambio, en el informe de activos y pasivos presentado al momento de solicitar el concurso, las cuentas de Bienes de Cambio sumaban apenas $610 M, compuestas principalmente por Materiales e Insumos (por $523 M), Productos Elaborados ($41 M) y Productos de Reventa ($46 M).

Llama la atención la evaporación de activos, pero más aún que dicha operación no contrasta con otras cuentas relacionadas. Por el contrario, el rubro Créditos por Ventas se redujo a la mitad: de $8.295 M a $4.292 M. Otro tanto sucede con Caja y Bancos, que en términos relativos tuvo una caída mayor aunque con menores valores absolutos: pasó de $664 M a $40,8 M.

¿Qué pasó para que en poco más de tres meses los principales activos de la compañía prácticamente desaparezcan? Ese es el gran interrogante que hasta ahora Vicentin no respondió. Es lo que quieren saber desde los productores locales hasta los bancos extranjeros que solicitaron  un  "discovery" ante la Justicia de Nueva York.

La pregunta no se circunscribe solo al papel de Vicentin, sino también al de KPMG, que como auditor externo avaló los anteriores balances de la compañía, en los cuales se verificó una sólida posición. Ello era lo que servía como plataforma para que la agroexportadora lograra cuantiosos créditos en dólares. Luego del anuncio de default y la trascendencia que tomó el tema, la firma internacional se negó a prestar su conformidad a los estados contables del 2019. Consultada por Punto biz, KPMG ratificó que el último balance auditado fue el de 2018 y que, por razones de confidencialidad, no brindan informes sobre clientes o ex clientes. “No hemos auditado el balance 2019”, indicaron.

Vicentin adjudicó su crisis fundamentalmente a factores externos que complicaron su posición financiera. Ante la consulta de Punto biz respecto de los $ 80.000 M esfumados, fuentes con acceso al directorio plantearon que “la única información válida es la que se presentó en el concurso”.