Funes les cobra un peaje a los distribuidores rosarinos

La Intendencia de Funes sigue buscando formas de hacer caja. Tras fracasar en su intento por subir la Tasa General de Inmuebles (TGI) y amenazar con rematar inmuebles con abultadas deudas, ahora incrementó fuertemente el tributo que cobra a transportistas y distribuidores que ingresan a la ciudad.

A partir de un pedido del Ejecutivo, el Concejo autorizó la actualización del "Derecho de Inspección de Seguridad e Higiene", que no se tocaba desde 2008. Ahora, quienes lleguen al Jardín de la Provincia para entregar bienes deberán pagar sumas mensuales que pueden llegar a exceder los 10.000 pesos.

El titular del municipio Roly Santacroce justificó la medida, al plantear que "es facultad del Ejecutivo fiscalizar todo lo relativo a higiene en el tránsito de bienes", al tiempo que agregó que se trataba de una tasa que llevaba mucho tiempo sin actualizar, generando un número "irrisorio".

Según los cálculos oficiales, el valor promedio que deberán pagar transportistas y distribuidores es lo correspondiente a 60 litros de nafta (unos $3.700). Los montos finales varían en función de los distintos rubros, a saber:

- Bebidas: $3.700

- Carnes vacunas: $3.500

- Carnes porcinas u ovinas: $4.600

- Productos de mar y lácteos: $3.000

- Desagotadoras: $6.000

- Materiales de construcción: $10.400

La medida no estuvo exenta de polémica al interior de la política funense. Desde un sector de la Unión Cívica Radical plantearon que iba a encarecer el costo de vida de los locales, ya que "todos sabemos que esto se traslada a los productos y actúa como un impuesto al consumo". Frente a ello, desde el oficialismo descartaron tal efecto, al plantear que en la mayoría, los proveedores que llegan por fuera de la ciudad son "empresas grandes que tienen una precio predeterminado para el público".