Cadena de súper clausurada en Santa Fe pagó multa muy salada para reabrir

El cadena de súper La Anónima, de la familia Braun, debió desembolsar $ 20 M y optimizar medidas de seguridad alimentaria para reabrir su sucursal de Venado Tuerto, tras permanecer cuatro semanas clausurado.

El desembolso se produjo tras una audiencia convocada por la jueza del Tribunal de Faltas venadense, Janina Ferreyra. El local había sido clausurado tras un operativo de control municipal realizado el pasado 6 de abril en el que se verificó la existencia de dos toneladas de carne en mal estado. Las acciones municipales sobrevinieron a la difusión en redes sociales de imágenes de medias reses en estado de putrefacción.

A través de un comunicado público, la cadena admitió irregularidad sanitaria,  descargó las responsabilidades sobre “empleados negligentes” y señala que se está “llevando a cabo una investigación interna, a partir de la cual se tomarán las medidas disciplinarias que correspondan”. Y renglón seguido se allanó al arreglo judicial del caso. “La empresa abonará el monto económico de la multa y se comprometió a cumplir con una serie de medidas preventivas que deberá adoptar el supermercado para su reapertura”, informó la jueza de Faltas Ferreyra. 

Lo que llamó la atención fue el monto de la sanción. El intendente de Venado Tuerto, Leonel Chiarella, explicó que que parte de lo recaudado permitirá incorporar insumos para contener la pandemia del nuevo coronavirus. “Dispuse que ese dinero que ingresará al Municipio sea destinado a la compra de mil tests para poder detectar covid-19 y para reforzar el sistema de salud”, señaló.

En línea, el Concejo local aprobó una comunicación impulsada por el bloque del Partido Justicialista en la que pide que una parte de lo que ingrese a las arcas locales por la multa se destine precisamente a la compra de los reactivos.

La Anónima es fuerte en toda la Patagonia, y en la Provincia de Santa Fe tiene locales en Venado, Esperanza, Rafaela, Rufino, San Jorge y San Justo. Entre sus principales accionistas históricos se encuentran miembros de las familias Braun, Menéndez y Reynal.