Comercios en la mira, por precios y por aperturas indebidas

El comercio quedó en la mira de los inspectores a partir de la vigencia de una nueva lista de precios máximos y por el arranque de una cuarentena que sólo permite la apertura de locales que pertenecen a una lista de actividades. Mientras que en Buenos Aires actuó la Afip y el centro de la atención estuvo puesto en algunos precios abusivos especialmente relacionados con la pandemia, en Rosario efectivos municipales se ocuparon en bajar las persianas de locales fuera de regla. 

 
Inspectores de la Secretaría de Comercio de la Nación y la Afip realizaron este sábado la clausura de una farmacia ubicada en el barrio porteño de La Paternal, en donde se detectó la comercialización de botellas de alcohol en gel a más de $600.

En el segundo día del aislamiento social preventivo y obligatorio dispuesto por el Gobierno nacional para evitar la propagación del coronavirus, el grupo continuó con la serie de relevamientos de control de precios en farmacias, autoservicios, supermercados y fábricas de todo el país. Así fue que las autoridades clausuraron una farmacia porteña que vendía a $600 potes de medio litro del alcohol en gel adquirido a su proveedor a $180, es decir, a más del triple del valor.Tras lo cual, los funcionarios de Comercio Interior labraron actas de infracción e impusieron multas.

"Los controles de precios y las fiscalizaciones son fundamentales para ponerle un límite a los abusos y garantizar el acceso a los productos como alcohol en gel, barbijos y desinfectantes. Vamos a ser implacables con quienes pongan precios abusivos o escondan mercadería”, sostuvo la titular de la Afip, Mercedes Marcó del Pont.

“La única forma de atravesar esta crisis es con un Estado activo y presente para cuidar el bolsillo y la salud de todos los argentinos”, expresó la funcionaria al destacar “el compromiso que exhiben los más de 500 inspectores y agentes de las distintas áreas de la Afip que recorren permanentemente comercios, supermercados y farmacias en todo el país”.

En Rosario, duro con los que no tenían que abrir

Durante los dos primeros días de cuarentena, la Municipalidad de Rosario clausuró comercios abiertos al público y una feria en una plaza.

La Secretaría de Control y Convivencia reforzó el control preventivo en el espacio público. Se labraron tres clausuras a comercios y se intimó cerrar a algunos que estaban abiertos a pesar de la prohibición de hacerlo. 

El viernes a la mañana personal municipal procedió a la clausura de un cotillón ubicado en España al 900, que por otra parte carecía de habilitación para funcionar. También el viernes, en bulevar Rondeau e Irigoyen, se notificó que un local de la cadena Pagó fácil estaba funcionando y se lo clausuró. Se realizaron controles en bares con panadería y se los instó a funcionar sólo con modalidad venta al mostrador. 

Por último, agentes de la Dirección General de Inspección municipal concurrieron este sábado 22 a otro negocio de cotillón ubicado en avenida Uriburu al 1500 que estaba abierto al público, incumpliendo con el decreto nacional de aislamiento social obligatorio vigente hasta el 31 de marzo.

Los inspectores pudieron constatar que, además de estar abierto al público, los titulares del local comercial no pudieron acreditar la habilitación pertinente para funcionar. En consecuencia, se procedió a su clausura.