Le pidieron la quiebra a Vicentin en los Tribunales de Rosario

Este jueves ingresó el primer pedido de quiebra contra Vicentin en los Tribunales de Rosario. Lo hizo la firma Gagliardo Agrícola Ganadera SA (Ggagsa), perteneciente al grupo RJG que también integra la constructora Obring, exigiendo el pago de una deuda por un valor cercano a los $500.000.

La demanda complica la situación de la cerealera de llevar adelante un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE). Antes de la solicitud de Gagsa ya se habían acumulado más de una decena de medidas cautelares que también hacían tambalear esa estrategia. Según informaron a Punto biz los asesores legales de Gagsa, la acreencia objeto del pedido de quiebra "es una parte de la deuda total que tiene Vicentin con la empresa, pero a los efectos de proceder con el pedido de quiebra no tenía sentido incluirla toda".

La presentación se realizó poco antes de la hora 13 y recayó en el juzgado civil y comercial de la 14° Nominación, a cargo de Marcelo Quaglia. Diversas fuentes consultadas por este medio aseguraron que probablemente el magistrado traslade el expediente a Reconquista, sede de la circunscripción judicial que corresponde al domicilio fiscal de Vicentin (en la ciudad de Avellaneda).

"El acreedor es de Rosario y no tiene la obligación de investigar donde está registrado societariamente la firma. Además, esto es un conflomerado de empresas y si bien es una la que le debe a mi cliente, no sabemos de quién va a terminar siendo la responsabilidad de la quiebra", dijeron desde el estudio jurídico Casanova Mattos & Salvatierra, patrocinantes de la demanda de Gagsa.

"Si el juez cree que es incompetente -continuó la fuente- dirá que lo es, pero en el medio ocurren cosas y entonces nosotros estamos pidiendo que se tomen las medidas urgentes que tiene esta causa, donde la deudora ya declaró públicamente su insolvencia".

Vicentin había salido este miércoles a ratificar que su propuesta de pago a proveedores había recibido un "gran número de adhesiones", intentando despejar fantasmas sobre un posible ingreso en convocatoria. La demanda de Gagsa le mete presión a la aceitera porque solo podría levantarla liquidando la deuda o bien redireccionando el expediente hacia un concurso preventivo.

A esta altura de los acontecimientos, muchos actores que siguen de cerca la crisis creen que a Vicentin se le acabó el tiempo de gracia y no le queda otra salida que la solicitud del concurso.