Luz amarilla: advierten que el nuevo servicio de semáforos costará muy caro

La decisión de la Intendencia de Rosario de cambiar de operador en el sistema de semáforos presenta luces amarillas. Es que en medio de la estrechez de los recursos públicos y bolsillos flacos de lo rosarinos, el concesionario saliente salió a advertir decisiones tomadas que afectarán al erario público, por ingresos que se dejan de cobrar y  desembolsos en tecnología que no quedaron a recaudo.

Las advertencias fueran puestas en conocimiento de la Intendencia por parte de la compañía austríaca Kapsch, que prestó los servicios de semaforización hasta fin del año pasado, en un último intento por torcer la decisión del Palacio de Los Leones.

El anterior servicio se subdividió en manos de dos empresas, Mantelectric (zona 1) y Autotrol (zona 2), quienes realizaron una oferta que se ubicó 15% y 24% por arriba del presupuesto oficial ($256 M para el primer sector y $271 M para el segundo), cuando la propuesta de Kapsch se ubicaba por debajo de esas cifras.

Más allá de esa cuestión aparecen otros datos urticantes. Cálculos realizados por la firma europea indicaron con el nuevo esquema los rosarinos terminarán gastando en los 4 años de la concesión un presupuesto neto cinco veces superior "al que representa hoy".

Un gran obstáculo es el software utilizado para el mantenimiento de los semáforos. Ocurre que la mitad de los controladores que obturan los semáforos fueron fabricados por una firma española que dejó de existir hace ya algunos años, y el soporte a quedado en manos exclusivas de Kapsch, que quedó afuera del negocio.

Como la licitación prevé que se mantenga el actual sistema de gestión de semáforos, la pregunta es cómo se va a efectuar el mantenimiento y atender los desperfectos. Esta situación, ¿no terminará generando el oportunismo de otras empresas para requerir mayores gastos? “Es como que se rompa Windows y Microsoft desaparezca”, remarcó un especialista en el tema. En Rosario hay 700 controladores de tránsito y no quedará ningún servicio de mantenimiento de la tecnologìa que dejó de operar el concesionario saliente. Haciendo un cálculo general, el especialista advirtió que una licitación de u$s 10 M puede terminar costando u$s 50 M. 

Sin perjuicio de aquellos costos hasta ahora ocultos, otra luz amarilla es que la Intendencia dejará de recaudar unos $ 4,5 M, luego de que en la nueva licitación se dejó de lado el servicio de detección de infracciones de tránsito, que servían para financiar la tarifa del transporte urbano de pasajeros, un sector que hoy transita por aguas tempestuosas. 

Ningún funcionario brindó explicaciones al respecto. Desde Kapsch sospechan que tal decisión obedeció exclusivamente al objetivo de correrlos del espectro, puesto que tal servicio "solo pueden brindarlos empresas con gran capacidad de inversión y grandes cualidades tecnológicas", según le plantearon al Municipio en una nota ingresada en noviembre pasado. 

Allegados a la firma austríaca cuestionan que les inclinaron la cancha luego del accidente de un motociclista en noviembre de 2017 en la esquina de Salta y Callao, a pesar que peritajes técnicos la deslindaron de  responsabilidades.