Decepción en el Banco Nación tras reunión con directivos de Vicentín

En el primer día hábil del año, directivos y funcionarios del Banco Nación recibieron a directivos de la defaulteada agroexportadora Vicentín para avanzar en conversaciones de cara a la normalización de pagos de la línea de crédito que tenía abierta por u$s300 M. Pero el encuentro, que no llegó a durar ni media hora, no arrojó avances y sí generó decepción en la nueva conducción de la entidad. Es que, como viene ocurriendo en cada reunión con directivos de la aceitera, no aparecen números concretos.

En este -que fue el segundo encuentro formal entre ejecutivos de ambas partes- Vicentín no mostró balances, no cuantificó su rojo, no precisó cuentas por cobrar tras el corte de pagos, no mostró valuaciones de activos, no informo toneladas de granos que tiene y mucho menos presentó un plan de pagos. Y sin números para trabajar, no sorprende que la reunión fuera corta.

En el encuentro, según reconstruyo punto biz, el banco volvió a insistir con la necesidad de conocer los números reales y concretos de la exportadora para poder empezar a conversar sobre los pagos al banco. Si bien este viernes a la tarde, la agencia de noticias Bloomberg publicó que el Nación le pone como condición para habilitar una renegociación que la empresa venda activos, en la reunión de ayer los ejecutivos del banco no pusieron tal exigencia.

Bloomberg respalda la existencia de ese mensaje del Banco en un encuentro que ocurrió hace 15 días entre el flamante presidente del Nación, Eduardo Hecker, y el accionista referente de Vicentín, Alberto Padóan. En ese encuentro, según Bloomberg, el banquero pidió la venta de activos, posibilidad a la que el empresario santafesino respondió negativamente porque le ofrecen bajos precios por ellos.

¿El Banco Nación le está marcando el rumbo de la salida a Vicentín o fue una mera sugerencia? ¿Será ese el camino que le pide el gobierno que recorra? ¿Habrá alguna empresa nacional del sector o cooperativa lista para aparecer en escena? ¿O habrá algún trader global asiático del otro lado del túnel a la espera? Si la salida se empieza a transitar por ese camino, la jugada está muy en pañales, ya que -por lo pronto- en la reunión de ayer la entidad no hizo mención alguna a la ventas de activos.

Al Banco Nación no le resbala la demora de Vicentín. En enero, tiene que ver si previsiona como pérdida la línea de prefinanciación abierta, que -además de impactar en sus debilitadas finanzas- puede provocar un sofocón político.

En rigor le debe u$s310M, ya que el banco tenía una línea de prefinanciación de exportaciones (sin respaldo de garantías, como suelen ser en estos casos) de u$s300M abierta en el gobierno de Cristina que el banco, al comando de Mauricio Macri, mantuvo. Pero el año pasado le aumentó u$s40M, esta vez  pidiendo garantías. Pero cuando las estaban tramitando, la firma defaulteó. Así y todo logró reponer u$s30M. Precisamente, esos movimientos son los que -políticamente- están ahora bajo observación, sobre todo por la identificación de Vicentín con el gobierno de Macri.

El Nación puede hacer todos los pases legales necesarios ante la cesación de pagos, sobre todo para cubrir de responsabilidad a directores y ejecutivos, pero no pedirá la quiebra. Pero la reunión de ayer fue un trago amargo porque, a más de un mes que le dejaron de pagar, esperaban respuestas. Y ven en esa ausencia de balances la peor de las señales: ¿será que el agujero es mayor?