Encontró una veta con los pollos libres de antibióticos y va por más

Consciente de las nuevas exigencias que impondrá el mercado en el futuro inmediato, la firma santafesina El Pollo de Oro SA apostó en 2017 a una transformación que la convirtió en pionera en la producción de aves sin antibióticos. Consolidado ese proceso, hoy encara un plan de crecimiento que incluye la habilitación de su planta para el tránsito federal y un proyecto para duplicar su capacidad hacia 2025.

Aunque hoy las normativas nacionales no lo piden, la decisión de reemplazar antibióticos por probióticos se desprendió de una visión de futuro en la que varios especialistas coinciden, respecto a una mayor preocupación de los consumidores por los aspectos social y ambiental, en donde no solo importa la producción sino también las historias detrás de las mercaderías, sus orígenes e ingredientes.

En este marco, y tras observar que Europa ya había iniciado un camino similar, a fines de 2017 en las granjas que la firma posee en Gálvez se realizaron las primeras pruebas y ya para 2018 el 100% de las aves (ya sea las madres como los pollos) se encontraban libres de antibióticos. "Diría que no solo en la provincia sino a nivel país somos pioneros en esto, porque no hay otra empresa que tenga todas sus aves así. Yo creo que hay otras que recién ahora están comenzando a hacer pruebas", contó a Punto biz el gerente de Producción de la firma Julián Serri.

Aunque por ahora la producción se limita a unas 80 mil aves semanales, entienden desde la compañía que ya es hora de escalar el negocio y es por ello que han iniciado los trámites ante Senasa para obtener la habilitación para el tránsito federal, lo que permitiría fundamentalmente ingresar a la provincia y ciudad de Buenos Aires. Para ello se encuentran realizando una serie de adecuaciones a la planta de faena, que están demandando una inversión cercana a los u$s 500.000.

"Nosotros estimamos que de no haber nada raro en el mes de febrero o marzo deberíamos estar alcanzando el objetivo", dijo por su parte el presidente del directorio de la SA German Serri, quien apuntó que el desembolso se está canalizando con fondos propios. En paralelo se encuentran gestionando un crédito para otro de sus proyectos, que tiene que ver con la incorporación de tecnología que le permita, de a poco, ir incrementando la capacidad productiva.

Es que entienden que si la demanda responde a las expectativas, el número de aves procesadas puede duplicarse para 2025. "Es un plan a varios años, un proyecto de u$s 8 M que incluye la construcción de nuevas granjas por ejemplo. Pero eso va a depender de cómo se mueva todo", acotó Serri.

Por ahora, la empresa comercializa sus productos en Santa Fe exclusivamente a través de una red de carnicerías, tiendas y consumidores finales hoy llega a unos 1.000 clientes. No trabaja con las grandes cadenas y la intención es seguir por ese camino en la nueva etapa, aunque se analizan dos estrategias: salir con franquicias propias o tener distintos puntos de distribución. Aún no lo tienen decidido.

La firma tiene un modelo de integración del negocio en donde comienza desde una división agro donde se produce el insumo para una planta de balanceados que se utiliza para producir el alimento de sus aves, hasta un área de logística propia. En total, posee una planta estable de 220 empleados.