Preocupa a constructores de Rosario posible desembarco de un pesado de la Uocra

Empresarios de la construcción y referentes políticos de la ciudad están viendo con preocupación como desde la central de Buenos Aires de la Uocra, el sindicato de los obreros de la construcción, están impulsando a Emanuel Araya para hacerse cargo de la seccional Rosario. 

En Santa Fe, son recordados los episodios violentos que involucraron al clan Araya –especialmente en el distrito Alto Verde–, que mandaba en la capital provincial hasta hace pocos años y se hizo conocido por tomar el obrador de una usina en el Parque Industrial de Sauce Viejo en 2013. Emanuel Araya enfrentó dos acusaciones por tentativa de homicidio en el marco de disputas gremiales, además de cargos por la ocupación de la termoeléctrica. Horacio Suárez, un hermanastro de los Araya, fue acusado el año pasado por el homicidio de Cristian Arredondo, quien era testigo de otro asesinato en el que el jefe del clan estuvo sospechado de ser instigador.

El historial policial y de disturbios de Araya, que es mucho más amplio, explica la preocupación que se disparó en el sector (tanto empresarios como autoridades políticas) por su posible desembarco ahora en Rosario. Es más, en la gestión de Antonio Bonfatti en la Casa Gris recién lo pudieron sacar de la delegación santafesina del gremio cuando estuvo un tiempo preso. 

En los corrillios del sector constructor se comenta que Sixto Peralta, el actuál delegado en Rosario y con quién los hombres de negocios tienen una relación conversada sin los incidentes que se registran en otras partes del país, sostiene que a Araya lo está promonocionando la Uocra central con el ok del secretario gremial Carlos Vergara. Pero a todos esa versión les suena raro, ya que tomó por sorpresa hasta a los abogados del propio gremio.

En concreto, el temor que tienen hoy los empresarios de la construcción es que el desembarco de Araya genere un enfrentamiento violento entre facciones sindicales y al mismo tiempo altere los equilibrios logrados entre capital y trabajo. Por eso se activó un lobby, junto con autoridades provinciales, para tratar de frenarlo.