Librería céntrica encara reforma integral para darle un giro al negocio

Nacida en el año 2004, como parte de un negocio familiar, la librería El Ojo lucha por mantenerse en pie, como tantos otros negocios del rubro en la ciudad. Ubicada en Sarmiento 880, el comercio cerró sus puertas para encarar un proyecto de remodelación del espacio, con el objetivo de destacarse frente a la competencia e incentivar la afluencia del público y la venta de libros.

“Empezamos como una librería de usados, revistas y a medida que fuimos creciendo, sumamos textos nuevos, clásicos y ofertas. Ahora queremos direccionar mejor los libros, focalizarnos más en algunos géneros para acotar la oferta y anexar la venta de souvenir, como pines, tasas, y objetos relacionados con el mundo literario y con autores clásicos”, detalló en diálogo con punto biz Hernán Viola, al frente de la librería.

Como tantos otros actores afectados por el duro contexto económico, la posibilidad de cerrar el negocio y cambiar de rubro se les cruzó por la cabeza en varias ocasiones. Son varias las librerías que tuvieron que bajar sus persianas en el transcurso de estos meses, la última de ellas es Logos, que anunció que a fines de septiembre cerraría definitivamente su local de calle Entre Ríos y Córdoba.

Para el comerciante, las refacciones del espacio implican una apuesta a futuro, y a pesar de que las mismas ya están encaradas, la pérdida adquisitiva hizo que la familia no pudiera llevar adelante todos los cambios que tenían pensados para el local. “De hecho, habíamos pensado ampliar considerablemente las instalaciones y sumar un entrepiso, pero eso tuvo que dejarse de lado. Por ahora, apostamos a un cambio de imágen, con nuevos colores, iluminación, mobiliario más cómodo y nuevos libros”, indicó Hernán.

El foco estará puesto en comercializar material relacionado a historia política, filosofía, feminismos y algunos best sellers. La apertura está planeada para dentro de quince días y los dueños esperan que la misma les permite seguir viviendo de lo que tanto les gusta. “El libro aumentó mucho su precio en los últimos años y se volvió un bien de difícil acceso a las grandes mayorías. Desde el 2015 experimentamos una caída en las ventas que fue en crecida, pero nosotros queremos seguir apostando a este rubro”, destacó.