Cuatro hipótesis para entender el resultado electoral en Santa Fe

Las elecciones provinciales de ayer fueron históricas porque el justicialismo vuelve a la provincia tras doce años de oposición y porque por primera vez en 20 años el intendente de Rosario no será socialista. Si bien hoy será el momento para que los especialistas, con los datos finales en la mano, empiezen a analizar en profundidad casusas e implicancias de los resultados, hay cuatro tendencias que ya se van visumbrando:

1) El desgaste del socialismo. Esta vez no llegó el "rosariazo" que en el pasado habilitó los triunfos provinciales del socialismo rosarino. Nada ni nadie puede evitar el desgaste pero además, en este caso, también pesó que el gobierno provincial no pudo encontrarle la vuelta al problema que más angustia a la gente: la inseguridad. En Rosario, si bien en los distritos del centro Antonio Bonfatti recuperó buena parte del caudal de votos que había perdido a manos de Cambiemos, el análisis que predominó anoche es que se trató de, en su mayoría, de "votos útiles" provenientes del PRO que no querían darle el titulo de los diarios nacionales a los K. Bonfatti perdió en los barrios de Rosario en los que la insegurida se sufre más. Y no sólo en los barrios pobres, sino también en las seccionales de Alberdi, adonde vive y vota Bonfatit.

2) El voto pro-positivo a la fórmula Fernández-Fernández. Así como hace dos años un ignoto candidato de Cambiemos (Nicky Cantard) se impuso en las elecciones a diputado nacional sólo por el peso de la marca Cambiemos, esta vez esa marca hoy devaluada por el derrape de la economía nacional arrastró al fondo a todos los candidadtos regionales del gobierno nacional. Por el contrario, el crecimiento del justicialismo en la consideración nacional también hizo playa en Santa Fe y muchos votos a Perotti fueron más que nada con mirada de apoyo nacional al justicialismo más que por una agenda local. En ese marco, el desdibuje de la alternativa de Roberto Lavagna, al que el socialismo le había puesto fichas, también pesó en contra de Frente Progresista. 

3) No hubo arrastre. Tal vez sea por signo de los tiempos o por efecto de la boleta única, pero lo cierto fue que ninguno de los tanques del oficialismo lograron arrastrar votos a los que corrían desde atrás. El caso más patente fue el del gobernador Miguel Lifschitz, quien se impuso claramente (38%) en la elección a diputado provincial, pero no le arrastró ese caudal a Bonfatti. Lo mismo ocurrió con Emilio Jatón en la ciudad de Santa Fe, quien ganó cómodamente la intendencia pero no le aportó todo ese alud de votos a Bonfatti. Y hay más casos. En San Lorenzo el candidato a intendente que ganó cómodamente fue el frentista Leonardo Raimundi, mientras que en la categoría a senador departamental se impuso el justicialista Armando Traferri. Perotti, en tanto, tuvo más votos que Sukeman.

4) Los mediáticos. Los grandes ganadores (Omar Perotti y Pablo Javkin) son políticos de carrera. Pero una de las características de esta elección fue el buen papel de los que vienen de la tele. Por caso, los periodistas ganaron en todas las ternas en la que se presentaron. La gran sorpresa fue Marcelo Lewandosky, quien le ganó a Mónica Fein en la senaduría departamental. Pero también ganaron Jatón  y Susana Rueda (concejal por Rosario). Por su parte, la mediática Mónica Granata repitió una muy buena elección dejando cuarto a Cambiemos y el ex futbolista Ariel "chancha" Cozzoni entró al Concejo. Eso sí, todos respaldados por apartos políticos.