Sorpresiva suba de tasa afecta negocio en expansión de las aceiteras

Una sorpresiva suba de tasas a la importación, que apareció publicada hoy en el Boletín Oficial, complica la marcha de un negocio en expansión para la industria aceitera. Se trata de la importación de poroto de soja para procesar en el país y exportar luego como harina o aceite.

En efecto, el Decreto 332/19 eleva transitoriamente la tasa estadística a 2,5% a partir de mañana y hasta el 31 de diciembre de 2019, tanto para la importación definitiva como para la destinaciones suspensivas de importación temporaria. La medida alcanza a todas las importaciones, y por eso hay malestar en el sector del comercio exterior. Pero en el caso aceitero hasta ahora la importación temporaria estaba exceptuada del pago de la tasa estadística  por el artículo 4 del decreto 1330/2014, disposición que queda sin efecto hasta el 31 de diciembre de 2019.  Según los primeros cáculos que circularon esta mañana, para el resto del año y por todo tipo de importaciones, el Estado podría recaudar unos 700 millones de dólares adicionales.

"El decreto del día de la fecha genera inconvenientes inesperados en los flujos de soja importada para su procesamiento y posterior exportación como productos procesados al mundo", señalaron a punto biz desde la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara), que reúne a las principales empresas del sector. El tema es que las empresas del sector tienen planes de compras ya confirmados todo el año desde Paraguay y Brasil principalmente. " Esto genera un costo incremental muy elevado porque hasta ahora la admisión temporaria estaba exceptuada de la tasa de estadística  y ahora pagará 125 mil dólares cada 5 millones de dólares. Se traen por año unos 4 millones de toneladas. Esto va a encarecer el costo de exportación", advierten los industriales.

Los exportadores de granos dicen haberse desayunado con la medida y ahora están gestionando encuentros con los ministros de Producción, Dante Sica, y de Hacienda, Nicolásd Dujovne. En el mercado cerealista la noticia cae justo en un día de alta tensión con los precios de la soja derrumbándose por la renovada tensión en el conflicto comercial entre China y EE.UU.. En el mercado se especulaba que esta suba de impuestos podría significar que se deseche la versión que viene circulando de un nuevo aumento de retenciones a las exportaciones.

La importación temporaria de poroto de soja para procesar en el país es un negocio que en la práctica estuvo muy limitado en el gobierno anterior, pero cuando asumió la nueva gestión lo habilitó. El principal motivo tradicional de la admisión temporaria de soja (básicamente, de Paraguay; un poco, de Brasil; y aún menos, de Bolivia) es porque durante los primeros meses de cada año ya no hay soja de la campaña precedentes y aún no ingresa la de la nueva, mientras que sí están disponibles las cosechas de esos países. Pero también le sirve, como pasó el año pasado con la soja traída de EEUU, como complemento para mantener las plantas a full cuando por secas o inunidaciones hay menos producción de granos en Argentina.

La crítica que suelen hacer algunos productores sobre que la importación temporaria es una estrategia aceitera para bajar el precio de la producción nacional suele diluirse en los hechos cuando se ve que los montos que ingresan no tienen tanto peso. Es más, según aseveran desde las fábricas, que las plantas puedan tener más materia prima para procesar les rebaja costos y así pueden ser más eficientes.