Cámara penal procesó a Padoán por dádivas y pide juicio oral

La Cámara Criminal y Correccional Federal dictó el procesamiento del empresario santafesino Alberto Padoán en la causa iniciada por los cuadernos del chofer Oscar Centeno y que lleva adelante el juez Claudio Bonadio. El empresario, socio accionario de Vicentin, está acusado de participar de dos hechos de dádivas "en calidad de autor". De todas maneras, el presidente "en licencia" de la Bolsa de Comercio de Rosario recibió falta de mérito como miembro de una asociación ilícita, el otro delito que se le imputaba.  En la práctica, Padoán zafa de la acusación que mayor sanción penal podría significarle. Además, el tribunal de apelaciones reajustó el monto del embargo sobre el empresario de $ 4.000 M a $80.000.000 M, acorde a que ya no está procesado por asociación ilícta.

Según la Cámara, la investigación del juez en primera instancia confirmó que el empresario estaba al tanto de dos pagos realizados en domicilios del grupo Vicentín. Según consta en el expediente judicial “Alberto Ángel Padoán participó ordenando las siguientes entregas de dinero, por el 'Grupo Agroindustrial Vicentin', a Nelson Lazarte (mano derecha de Roberto Baratta), las cuales se llevaron a cabo en la calle Presidente Luis Sáenz Peña 1074 de esta ciudad: a) el día 16 de septiembre de 2013 se le hizo entrega de quinientos mil dólares (U$D 500.000) y b) el día 16 de junio de 2015 se le hizo entrega de un millón de dólares (U$D 1.000.000)”.

Resultó fundamental a la hora de argumentar el procesamiento del empresario, el registro de 42 llamadas desde el teléfono celular de Padoán con la línea n° 11-5798-3375 -utilizada por Roberto Baratta-, y una comunicación con la línea n° 11-4344-2600 -instalada en el Despacho Presidencial de la Casa Rosada". Por otra parte, Bonadio destaca que "el número telefónico corresponde con el que se encuentra en una de las agendas secuestradas en el domicilio de Oscar Centeno", y que una de las llamadas tuvo lugar un día antes de la entrega de dinero en el año 2015.

No obstante, la Cámara corre a Padoán del "club de constructores de obra pública", que para Bonadío armaron en una asociación ilícita en torno a la Cámara Argentina de la Construcción, y también saca de escena a Vicentín, por la falta de ligazón con contratos del Estado, quedando -entonces- Padóán implicado en la causa por su propio accionar independientemente de la firma aceitera de la cuál Padoán (no él a título personal) es la principal accionista (no controlante).

"Advertimos que resulta indispensable proceder cuanto antes a la elevación a juicio oral de la totalidad de las etapas/tramos que ya se encuentran concluidas en estas instancias, sin perjuicio de continuar con las investigaciones instruidas en los otros legajos", dicta el fallo de Cámara para pedir que el caso vaya a juicio.