Constructores advierten que el boleto electrónico es un "salvavidas de plomo"

Gabriel Redolfi, CEO de la firma Constructora MSR habló, en Base de datos (lunes a viernes, 10 a 12, FM Meridiano), sobre el nuevo desarrollo inmobiliario de las calles Francia y Córdoba, además hizo un análisis de cómo se encuentra el sector frente a la situación económica y dejó algunas impresiones claras sobre el boleto electrónico anunciado por el gobierno Nacional para facilitar el negocio de los inmuebles al pozo.

Hace pocos días el gobierno anunció el boleto electrónico, ¿cómo ven esta implementación?

Espantoso. Resumiendo en algunos puntos, primero solamente se lanzó para la ciudad de Buenos Aires. Segundo, tiene que intervenir el constructor con un proyecto aprobado. Tercero, cuántos constructores pueden sostener tasas de un UVA más 8 o 60% anual. Cuarto, ¿de dónde sacó nuestro presidente que no se vende en pozo?, la forma más sana de vender la tiene el mercado, no el gobierno.

El instrumento es muy bueno pero en otro contexto económico, con inflación de un sólo dígito, hoy es imposible cargarle a los costos de la obra, los costos de la financiación, los honorarios de los escribanos, el seguro de vida, el seguro que tiene que pagar el constructor, todo eso implica un 15% tal vez 20% que se va a trasladar al precio, entonces la gente va a seguir comprando en pozo. Es un salvavidas de plomo en este contexto, los privados hemos tenido un modelo mucho más eficiente, sólido y amigable con la gente. Las pruebas están en el mercado, si miramos cuántos edificios hay en marcha. Entonces salen con estos nuevos instrumentos, yo quisiera que salgan con una política económica coherente de baja de inflación y achicamiento del Estado. ¿Qué se va a ganar con el boleto electrónico? Nada, porque cuando la gente vea las tasas, le va a ser imposible sacar este crédito.

Los indicadores del sector demuestran una caída aunque se ve que siguen apareciendo nuevos proyectos, ¿cómo arrancan el 2019 en la constructora?

Nosotros terminamos un 2018, a pesar de haber tenido una situación económica atípica, con récord de ventas, superando un 15% el 2017 y un 6% el mejor año anterior de la empresa. Logramos esto en base a la ampliación de los posibles inversores y clientes de la empresa con nuestros planes comerciales y la amplitud de opciones para nuestros clientes. De igual manera vemos este año y lo tomamos con un cauteloso optimismo.

Con tasas que se encuentran altas, aún así, ¿el ladrillo sigue siendo tentador como destino del inversor?

Hay que reconocer, primero, que existen varios tipos de inversor, a los que les interesa una inversión financiera, que casi nunca ha sido cliente nuestro, porque prefiere apostar a otro rubro. Nuestros clientes son aquellos que han diversificado, que por ejemplo tienen sus reservas en dólares a una cierta tasa de interés y que además apuestan a los metros cuadrados. También existen aquellos consumidores finales que ven una oportunidad en la cual invertir ahorros. 

¿Cómo evolucionó la morosidad luego de la fuerte devaluación con respecto a las cuotas y las tasas de financiación?

Nosotros tenemos una ventaja, todo lo que se construyó y se está construyendo en Rosario, se hace con capitales genuinos, a nuestros clientes nosotros los asesoramos, charlamos sobre la situación de cada uno para ajustarlo a una cierta cantidad de cuotas, así sea una persona que compra un monoambiente o alguien que compra 15 departamentos juntos, somos asesores de inversión.