Alimenticia rosarina cocina un proyecto para duplicar la producción

Sin Culpa, la marca de alfajores y alimentos dulces de Mamina, encara un ambicioso proyecto de expansión que le permitirá duplicar la producción y elaborar 4.000.000 millones de alfajores al mes. La firma con base de operaciones en la zona sur de Rosario cocina además un plan de expansión para colocar sus productos en Uruguay, Chile, Paraguay, Brasil y Estados Unidos.

“No estamos aislados del contexto de crisis general, pero de igual manera fuimos ganando mercado y el presente supera las expectativas. La marca Sin Culpa está muy fuerte”, explicó a Punto biz Leandro Suescum. La firma alimenticia apuesta desde hace tiempo al marketing deportivo con importantes acciones en el mundo del fútbol, al punto que hoy abastece con barras de cereal a las inferiores de clubes como Boca Juniors, Unión de Santa Fe, Argentinos y Almagro.

El proceso de exportación llevó a la empresa a anotarse en todas las misiones comerciales que organizaban provincia y municipio, y desde hace un año tanto esfuerzo dio sus frutos. “Arrancamos firmes con envíos a Uruguay y en los próximos meses esperamos avanzar con los trámites para poder llegar al resto de sudamérica”, apuntó Suescum.

En los últimos años, la alimenticia creció fuerte, al punto que hoy la planta produce al máximo de sus posibilidades y elabora 80.000 alfajores diarios. Es por eso que, en Sin Culpa intensificaron gestiones para hacerse de un crédito de $8 M con el objetivo ampliar la capacidad de producción y sumar metros cuadrados. “Es un inversión que vamos a utilizar para renovar maquinaria por una nueva línea de producción, ya que hoy estamos justos, con el espacio abarrotado. Además la idea es encarar más reformas de planta, porque ahora estamos en medio de un proceso de ampliación de 5 años, terminando una segunda nave de depósito”, puntualizó el empresario sobre el plan que llevará a la planta de 1000 m2 a 3000 m2.

Allí concentraron la fabricación de los productos dulces, que hasta ese momento venían compitiendo en espacio con sus tradicionales sanguchitos de Mamina y por lo tanto no tenían el lugar para crecer.