Cuatro ejercicios para hacer en diciembre

¡Hay diciembre! 

Llegas alegre, frenético y pleno de rituales repetidos. Te instalas como siempre colmado de evaluaciones fatuas, de deseos sin deseo, de objetivos sin objeto.

¡Pero podemos, querido diciembre, ponerle otro tono a tu vértigo! Podemos cambiar, por una vez, tu extroversión por silencio. 

Podemos mutar tus maratones de compras con descuento en reflexiones de tarde larga.

Podemos trucar tus balances superficiales por compromisos firmes.

¡Podemos! ¡Claro que podemos!

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Para darle una impronta diferente a tu diciembre, te propongo, algunos de ejercicios atípicos.

Podés hacerlos mientras esperas que te cobren en el shopping, mientras hacés fila para el probador con 3 chombas que no te gustan, mientras te recostás sobre el manubrio del changuito, mientras esperás que empiece el acto de la escuela de los chicos…

Ejercicio 1: La acción simbólica de limpiar.

Pensá qué cosas tenés guardadas de las que te podrías deshacer aprovechando el revuelo de diciembre. El año puede terminar con el saludable y liberador ejercicio de la limpieza profunda. Planealo cuidadosamente y ejecútalo sin sentimentalismos. “¡Ante la duda: tírelo!” Decíamos de chicos con mi hermana mientras sacábamos incontables trastos del desván, tan muertos de calor como de risa.

Ejercicio 2: Los objetivos del no.

Podemos pensar con un positivismo estándar: ¿Qué cosas queremos hacer el año que viene? Ejercicio, bajar de peso, ahorrar, viajar … todo eso que declaramos siempre, esos objetivos inofensivos que no inquietan a nadie…

Pero también podemos valorar: ¿Qué hábitos abandonar definitivamente?. A estos los llamo “objetivos del no”.

Animate a pensar qué cosas no querés hacer más. Qué rutinas cortar. Qué pensamientos dejar de ejecutar en el Windows 2019 de tu conciencia.

Ejercicio 3: Puedo dejar de ser yo, al menos un poco.

¿Y si en el año que viene dejamos de lado algo de la definición que hemos construido de nosotros?

Quizás algunos de los Tags con los que te definís no tengan mucha utilidad o ya hayan aburrido a los que te rodean… Pensá … Levantá la vista del celu… ¡Pensá! ¿De qué cosas de vos mismo podrías tomarte vacaciones en este 2019?

Ejercicio 4: Escribir: ese deporte egipcio tan útil.

Buscá una agenda elegante, una app millennial, un .doc escrito en Tahoma. ¡Cualquier cosa!

Armale una nota al vos de marzo, al vos de junio, al vos de octubre… Que cuando ese la lea recuerde.

Escribile lo que salió de los ejercicios 1 a 3. Aunque suene tonto. Aunque quede como libro de autoayuda barato.

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¡Hay diciembre! ¡Este año te aprovecho mes tramposo! Y mirá si serás raro, querido diciembre, que hasta tu nombre es falso. Siendo el doce tu nombre significa “décimo mes”.

¡Pero este año te gano! Aunque antes tendré de decidir si el 31 va pollo relleno o asado...