Sin saber nada de carpintería, creó marca artesanal de anteojos de madera

Gerónimo Aguilar es un joven que trabaja como profesor pero que vio la posibilidad de desarrollarse en un área que le atraía y de la cual no tenía conocimiento: la carpintería. Este elemento lo llevó a innovar en el rubro de las ópticas locales y así creó Anfibio, una marca de lentes de sol con marcos de madera hechos a mano y con elementos 100 % rosarinos.

Todo comenzó el día que Gerónimo visitó una óptica para cambiar los anteojos para ver que tenía en ese entonces. Allí encontró unos exclusivos lentes con marco de madera que le llamaron mucho la atención y pensó en hacer lo mismo con los suyos. De forma autodidáctica, Aguilar aprendió el oficio y fue recibiendo pedidos de amigos y conocidos que querían tener su novedoso producto.

A mediados del año pasado, comenzó un proyecto de varios meses para el cual se contactó con ingenieros y diseñadores industriales que lo asesoraron a llevar adelante la producción. Así nació Anfibio, la marca rosarina que su autor definió como "una manera de ver natural y con estilo". “El nombre hace referencia a esta capacidad de los seres de mutar, de adaptarnos y habitar un nuevo mundo”, contó Aguilar.

Actualmente, la marca ofrece tres modelos de anteojos de sol y la producción es de aproximadamente 20 piezas por mes. “Una parte está tercerizada, algunos cortes de madera los realiza un taller y yo termino de armar el marco de forma totalmente artesanal, cuidando todos los detalles como el lijado y también el impermiabilizado. Luego se hace un control de calidad y se pasa a la colocación del lente, que es de máxima protección. Esto último lo hace un laboratorio. De principio a fin la producción se realiza exclusivamente en la ciudad”, comentó Gerónimo.

Un factor que hace de Anfibio un proyecto que se destaca es la atención puesta en el ambiente, dado que para Gerónimo no debe ser tomado como un medio para cualquier fin. El emprendedor explicó que se puede producir de forma sustentable y, en su caso, utiliza maderas de árboles de cultivo y no de desmonte. A la hora de fabricar los marcos, esta misma madera es protegida con aceites orgánicos. Para hacer las fundas aplica el concepto de reutilización ya que las hace con telas que no están más en uso. Y de esta forma, evita que se conviertan en basura.

Anfio no sólo se vende en Rosario sino que también llega al resto del país. La idea del emprendedor es ampliar la capacidad de producción pero, por ahora, está muy concentrado en desarrollar otros canales de comercialización para poder hacer ventas al exterior en un futuro. Tiene página de Facebook e Instagram donde recibe consultas, pedidos y muestra los modelos. Además, se puso en contacto con el Centro óptico de Rosario para comenzar a comercializar sus lentes allí.