El desempleo bajó en Rosario, a contramano del resto del país

La tasa de desocupación del Gran Rosario rema a contramano de la tendencia nacional empeoramiento del mercado laboral, al menos para el segundo trimestre del año cuyos resultados acaba de dar a conocer el Indec. 

Las nuevas cifras de la Encuesta Permanente de Hogares revelaron que en el país el desempleo del segundo trimestre llegó al 9,6%, casi un punto más que el 8,7% registrado en el mismo período de 2017. En cambio, durante el mismo lapso, en el Gran Rosario el indicador cayó casi 2,8 puntos porcentuales, retrocediendo de 10,8% a 8%. 

Con este resultado y a diferencia de lo que pasaba hasta hace poco tiempo atrás -cuando el Gran Rosario estaba en la lista de los aglomerados más complicados-  la situación laboral de la región sigue presentando mejores números que el resto del país.

Los resultados sorprenden si se contrastan con una incipiente oleada de suspensiones y paradas anticipadas de fábricas que explotó durante las últimas semanas y el malhumor social que sobrevino a la corrida del dólar. De hecho, un informe privado elaborado por el Ceso (Centro de Estudios Scalabrini Ortiz) publicado en julio pasado anticipó una tasa de desempleo del 13,3% para el segundo semestre en Rosario. 

De todos modos, otros informes privados de inminente publicación -no ya de empleo sino de actividad económica- dan cuenta de que la performance de la región se mantuvo al alza  durante todo el primer semestre. 

El buen resultado del desempleo queda de todos modos atenuado por una caída de la actividad laboral, aunque con cifras menos significativas. Mientras que el desempleo recortó 2,8 puntos, la actividad descendió sólo de 48,2% a 47,5% (0,7 punto porcentual). 

También hay que señalar que entre 2017 y 2018 subió la subocupación 1,6 puntos (de 11,1% a 12,7%, pero se trata en su mayoría de personas que trabajan menos de 35 horas semanales y desearían trabajar más, pero no lo buscan en forma activa. En efecto, la categoría que los engloba -subocupados no demandantes- creció de 2,8% a 4,2%, mientras que los que buscan activamente trabajar más apenas crecieron 0,2 punto porcentual (de 8,3 a 8,5%). 

Los resultados cobran un valor especial si se considera que la actividad agropecuaria -con decisiva incidencia en la región de Rosario- tuvo una magra performance por el fenómeno de la sequía de principios de año y fue la primera artífice del desplome de la economía nacional, previo a la crisis cambiaria. 

Si bien a la luz de los resultados el mercado laboral regional la sacó más que barata en el primer semestre de 2018, todo indica que lo peor de la crisis aún está por verse en la segunda mitad del año.