Empezaron con una feria virtual de pilchas de marca y ahora abren local propio

Hace dos años, Brenda y Belsi tuvieron la idea de sacarse de encima toda la ropa que no usaban. A través de Instagram empezaron a comercializar las prendas y fue tanta la repercusión que tuvieron, que amigos y conocidos se sumaron a la idea y comenzaron a darles aquello que sobraba en su placard para que lo vendan. Así nació Futuro, la feria virtual de ropa usada que hace unos días inauguró su primera tienda, en el local 14 del Pasaje Pan.

Ambas venían del mundo del diseño y la indumentaria. Brenda trabajaba en un shopping y Belsi tenía su local de ropa cuando armaron el emprendimiento. Al empezar a buscar las características de Futuro, a armar el concepto, quisieron que sea democrática, que cualquiera que vaya se pueda comprar algo y que haya ropa para todos los gustos.

“Hay camisas, pantalones, ropa de día, ropa deportiva, ropa para salir. Siempre que se nos acercaba gente para que vendieramos lo que nos traían les aclarábamos que nuestro objetivo era mantener los precios bajos”, explicó Brenda, quien actualmente lleva adelante el local y la página de Futuro Feria por su cuenta. Belsi continúa con su local de ropa propio pero cuando tiene tiempo también la ayuda.

Esta idea fue creciendo y, de a poco, las emprendedoras comenzaron a comprometerse más con la tienda online, moviéndose para buscar las prendas que la gente les solicitaba, fijándose en las tendencias del momento y contactándose con personas para ampliar su mercadería. “La ropa se exhibe como si fuese nueva, se la resignifica totalmente, siempre la lavamos, la planchamos y trabajamos mucho la fotografía”, comentó Brenda.

En cuanto a la procedencia, la mayor parte les llega de personas particulares. Brenda hace una selección de aquella ropa que le parece que respeta más el estilo de la feria y la tiene un mes o dos. Al cabo de ese tiempo le devuelve a la persona lo que no se vendió y también un porcentaje de lo que sí, que pueden ser en dinero o con descuentos si quieren llevarse algo a cambio. “Una vez una chica tenía un depósito de ropa deportiva y ella nos dio todo para que vendamos, de marcas como Puma, Adidas, todo nuevo, original y vintage. Fue una de las mejores selecciones de ropa que tuvimos”, contó la emprendedora.

Con respecto al concepto de ropa unisex que Futuro pregona, se originó porque las socias acordaron que si la gente les preguntaba por el género de alguna prenda ellas le iban a decir que era indistinto. Decidieron que siempre iban a alentar a todo el mundo a que se pruebe y use lo que le guste. “Vienen muchos hombres que se compran chupines que estereotipadamente serían de mujer, o mujeres que se compran pantalones sueltos que fueron pensados para hombres, con las camisas también pasa un montón. La ropa carga con muchos prejuicios y está bueno ayudar a terminar con eso”, comentó Brenda.

El cuidado estético de las imágenes, su forma de aprovechar y usar el Instagram para promocionarse, más la originalidad de las prendas y los precios accesibles, seguramente hayan sido los factores que hicieron de Futuro Feria un proyecto exitoso. Brenda considera que el crecimiento se debe más que nada a la buena onda de los clientes que permitió que se armara la red Amigos del Futuro, un hashtag que la gente usa cuando se saca fotos con algo que compró en Futuro Feria y que ayudó mucho a la difusión de la página.