Contado en primera persona: robaron su fábrica, fueron detenidos y un juez los liberó

Un industrial del norte santafesino sufrió una doble frustración tras detectar el robo de un cuantioso botín en su empresa. Es que no sólo comprobó que uno de los responsables era empleado de la firma, sino que al otro implicado la Justicia lo liberó a pesar de que la policía lo encontró con parte del dinero en su casa.

Segunda generación de una familia con tradición algodonera, Elbio Dolzani es el gerente general de Dolbi SA, dedicada desde 1962 a la fabricación de maquinaria agrícola en la ciudad de Avellaneda. El lunes 30 de julio no fue un día más, puesto que al llegar a su oficina comprobó que la caja fuerte había sido violentada: faltaban $ 700.000 y u$s 70.000.

Al no haber rastros en el resto de la planta, Dolzani no dudó en que había existido un “entregador” interno. “No hubo vidrios rotos. Hubo un trabajo previo, dejaron destrabados los portones”, relató a Punto biz el industrial, quien rápidamente contactó a la policía, quien en menos de 48 horas logró la requisa de una vivienda en donde se encontraron cerca de $500.000.

“Luego de la primer detención siguió otra, de una persona que hasta esa misma mañana estuvo trabajando en la fábrica. Es un muchacho que llevaba ya 5 años y medio, al que le teníamos mucha confianza”, describió Dolzani.

Tras la intervención de la fuerza, el caso pasó a la órbita de la Justicia, donde comenzaron a surgir los problemas. Aunque el fiscal Alejandro Rodríguez pedía caratular el hecho como robo “en despoblado” (con penas de 5 a 15 años de prisión), el juez Gonzalo Basualdo entendió que el mismo fue “en poblado”, que no encuadra en los presupuestos de prisión preventiva. Por lo tanto, dispuso la libertad de los acusados.

“Cuando el juez puso en libertad a los acusados sentí que fue el peor día de mi vida. Quedé abrumado por la desazón, la angustia y la desprotección. Lo que deseamos es que todos lo que delinquen tengan que estar donde tienen q estar”, afirmó el empresario, quien de todas formas se encargó de subrayar que los hechos no afectarán el porvenir de la compañía: “El día 3 de agosto pagamos los sueldos y si bien hay una gran desazón entre todos, esto sigue adelante normalmente”, aseveró.

“Lo cierto es que tengo una frustración muy grande, con problemas para dormir todos los días. Estaba todo encaminado como para que la comunidad de Reconquista y Avellaneda sintiera que se había hecho justicia, que quienes delinquen tienen su castigo. Sin embargo la decisión de este funcionario derrumbó todo. Había muchas pruebas contra los acusados, pero todas fueron desestimadas”, concluyó.