Bife y algo más: vacas generarán la energía de todo un pueblo

La necesidad de eliminar intermediarios para abaratar el costo de la carne en un pueblo del sur santafesino se transformó en el disparador de una iniciativa que puede ponerlo a la vanguardia en materia de autoabastecimiento energético. La comuna de Christophersen, que opera un feed lot de 250 vacas, trabaja  para desarrollar un biodigestor para asegurar el consumo de sus poco más de 700 habitantes.

La historia comenzó hace una década, cuando se produjo un recambio de nombres en el Ejecutivo local que modificaría los destinos de un campo comunal en desuso de 20 hectáreas. En el lugar comenzó a instalarse un emprendimiento productivo que fue creciendo, incorporando varios animales primero y una sala de faena en 2015.

"Estaba ese campo desperdiciado, con 2 o 3 vacas y algunas actividades de doma. Lo primero que hice es empezar a criar animales, arrancamos con unos terneritos y de a poco fuimos para arriba", relató a Punto biz Salvador Soraide, al frente de la comuna desde 2009.

El proyecto de generación de energía de Adecoagro -que tiene su tambo en la zona rural de Christophersen- generó una inquietud en Soraide, quien se preguntó si cabía la posibilidad de replicar el modelo en el campo de la comuna. Elevó su propuesta al gobierno provincial y encontró un eco favorable.

Hoy el pueblo compra mensualmente a la Empresa Provincial de la Energía (EPE) los 120.000 KW que requieren sus 731 habitantes. Según indicó Soraide, con la instalación de un biodigestor podrían generar un número que lo acerque bastante al autoabastecimiento.

"Necesitamos duplicar la cantidad de animales, pero eso no va a ser un problema porque ya está hablado con la gente acá", explicó el presidente comunal de Christophersen, quien calcula que la inversión para la construcción del equipamiento podría cubrirse en un plazo de 10 años. Cálculos iniciales estiman un desembolso que giraría en torno a los $5 M.

La carpeta que otorgará la factibilidad definitiva al proyecto ingresó la semana pasada a la Secretaría de Estado de Energía, desde donde afirmaron que “en principio, como es una buena cantidad de cabezas de ganado, esto tendría luz verde”. Restará por ver la ecuación económica, pero descontaron que será un ítem que podría ser solventado con las distintas líneas de financiamiento disponibles.

Un antecedente para esta experiencia puede situarse en Carlos Tejedor, una localidad de Buenos Aires con 5.000 habitantes. Allí, el estiércol producido por los 500 vacunos de un productor agropecuaria generan energía para 200 viviendas, una cantidad similar a las instaladas en el pueblo santafesino.