Afortunado en el comercio siderúrgico, desafortunado en la industria cerámica

La firma Cerámica del Sur -ubicada en Arroyo Seco y propiedad de Mario Coco (Aceros Coco SA)- cerró sus puertas esta semana, engrosando así el listado de empresas del sector que no pudieron hacer frente al mix que representa el aumento de los servicios y la baja del consumo interno. La fábrica también necesitaba de una actualización tecnológica y había sufrido una serie de severas inclemencias climáticas hace dos años. Antes de bajar las persianas los directivos habían intentado dos reconversiones, pero el negocio no les cerró.

Por estos días los abogados de la sociedad que administraba la fábrica negocian la letra chica de la desvinculación de los 10 empleados, a quienes les comunicaron el cese de las actividades el pasado lunes.

La fábrica, especializada en la producción de ladrillos, requería desde hace varios años una importante inversión para actualización tecnológica que nunca se concretó. Cuando comenzaron a incrementarse las tarifas de luz y gas, la situación se agravó, siendo las inundaciones de principios de 2017 un golpe inesperado para una historia que ya venía complicada (no fue solo el agua: los fuertes vientos llegaron incluso a romper los techos de la nave).

En mayo de 2017 se firmaron convenios con el Ministerio de Trabajo nacional para asistir financieramente a la firma con planes Repro, que solo permitieron ganar un poco de aire. En el medio los responsables de la empresa averiguaron dos posibles reconversiones (primero una planta de secado de granos, luego pasarse a producir ladrillos huecos), pero significaban una inversión de entre u$s 1,5 M y u$s2 M que no cerraba.

A diferencia de lo que sucedió en otras fábricas del sector (como Cerámica Fighiera, que bajó las persianas a finales del año pasado) Cerámica del Sur no se vio afectada por las importaciones. "Ellos hacían ladrillos, por lo que su competencia eran los hornos clandestinos del campo o las fábricas con mayor capacidad", comentó el secretario General del Sindicato Ceramista Juan Moreyra, quien indicó que se están terminando de definir los montos de las indemnizaciones en el ámbito del Ministerio de Trabajo.

Según pudo saber Punto biz, Coco se quedó con Cerámica del Sur como parte de pago de una deuda contraída hace más de una década. Esto se concretó en sucesivas cesiones de cuotas que se efectivizaron en los años 2015, 2016 y 2017.

Este medio intentó comunicarse con el titular de Aceros Coco SA para conocer más de la situación, pero las sucesivas llamadas resultaron infructuosas.