Preparan una edición recargada de la Feria del Libro en 2019

Después de diez años de ausencia, la Feria Internacional del Libro volvió a la ciudad de Rosario. Organizada en conjunto por la Fundación El Libro y la Municipalidad de Rosario, tuvo lugar en el Centro Cultural Fontanarrosa, y cosechó una convocatoria que superó las 180.000 personas. En diálogo con Punto biz, Oche Califa, director de la Fundación El Libro, realizó un balance de su desarrollo.

- ¿Cómo ha sido la experiencia de Fundación El Libro como organizadores?

Una experiencia exitosa porque nos llevamos muy bien y fue fácil y fluido coincidir en cómo se pensaba que debía que ser una feria tanto desde Rosario como nosotros desde la fundación. Rosario es una plaza productora, generadora y consumidora de cultura del primer orden; todo indicaba que iba a ser una muy buena feria y efectivamente eso ocurrió tanto por la afluencia del público y la circulación dentro del centro cultural como por la asistencia y la participación en los diferentes actos culturales. Llegamos al extremo de tener que mudar de una sala pautada más chica a otra más grande porque ya antes de comenzar estábamos superados en público.

- En Rosario había cierta aprensión de los libreros locales y contraposición de intereses entre los libreros locales y porteños ¿Cómo se llevó está relación en la feria?

Había esa cosa de decir “vienen de Buenos aires con la experiencia porteña pero esto es Rosario”, pero la verdad es que eso no fue un obstáculo importante. Hoy ha quedado totalmente resuelta esa cuestión. Los libreros rosarinos, que entraron a la feria con prioridad de elección de lugar y la mitad de la tarifa por metro cuadrado de lo que pagaron los editores, salieron más que satisfechos y es basta charlar con ellos para saberlo.

- Hablando con algunos stands, sobre todos los acostumbrados a otras ferias, decían que podrían haber duplicado las ventas medidas en términos de metro cuadrado respecto a lo que vivieron en la feria de Buenos Aires hace poco ¿Esas cifras son las que están manejando?

Cada cual tiene una realidad distinta que tiene que ver con qué material tiene y qué novedad, qué impacto tiene el tipo de libro que está presentando. Si es verdad que en algunos casos mayor superficie indica mayor venta, por ejemplo: los editores a veces con la superficie reducida no alcanza a mostrar todo lo que tienen. Pero, si bien es una limitación el espacio del Centro Cultural Fontanarrosa, también tiene el beneficio de que la ubicación es tan conocida y tan buena que provocó una afluencia muy fácil de público al punto que hubo momentos del fin de semana que había que parar el ingreso.

- ¿Están proyectando ampliar la feria para el año que viene?

La última decisión para la locación la tiene la Municipalidad, pero todo indica que permaneceremos en el Fontanarrosa en base a las evaluaciones inmediatas. Una de las posibilidades de ampliación es una carpa porque la explanada de afuera es muy limpia y permite colocar una cosa así, son de las cosas que hay que evaluar.

- ¿El buen negocio de los libreros lo hacen del lado de los autores, de los best sellers o del libro que viene de oferta y a precio barato?

El libro en Argentina tiene una ley de precio fijo, así que en realidad no hay grandes rebajas. Salvo que se trate del libro que ya esta descatalogado, el denominado “libro de saldo”. Pero eso tiene que tener una cuota porque si bien es verdad que la gente con menor capacidad adquisitiva se puede llevar un libro barato, la feria debe mostrar el libro que se produce.