Home office: siete reglas para trabajar mejor

De a poco el mundo laboral comienza a cambiar sus formas y aparecen nuevas modalidades que chocan con las tradicionales ocho horas en la fábrica o la oficina. El home office (trabajar desde casa) es una de ellas, y si bien aun no es tan acpetado por las empresas, de a poco comienza a hacerse un lugar, y ya es un hecho para los trabajadores por cuenta propia, desarrolladores y demás.

Sus ventajas son varias: tiempos de viaje inexistentes, mejor concentración y una organización adaptada a las propias necesidades son algunas de ellas. A continuación, la revista Elle nos presenta algunas reglas para hacer del home office una práctica más eficiente.

- Empezá de a poco

¿Estás con dudas de hacer el cambio al home office? Antes de comprometerte, lo ideal es probar. Empezá con un solo día por semana. Después, si sentís que funciona, pasá a dos veces por semana. Algunas empresas permiten tomar un día flotante, es decir, un día prefijado en que trabajás desde casa, previamente acordado con tus jefes, cada mes o cada semana. Si te interesa, averiguá las condiciones en el sector de Recursos Humanos de tu empresa.

- Aumentá la comunicación

Comentarle a tu jefe o equipo regularmente cómo te está yendo con la experiencia puede ser muy beneficioso. Compartí con ellos los puntos problemáticos: si tenés demasiado trabajo, si hay problemas de organización o de horarios. Ellos también podrán darte una devolución de lo que han observado, por ejemplo, si les parece que no te resulta fácil cortar al final del día porque seguís mandando mails a las 9 de la noche. Esto te permitirá adaptarte para que sea más agradable y productivo para vos, tu equipo o el servicio que brindás.

- Mantené cierta flexibilidad

Si hay una reunión importante en la oficina, es mejor estar disponible. Lo positivo del teletrabajo es que podés manejar con flexibilidad las distintas situaciones.

- Creá un espacio especial 

Para evitar al máximo las distracciones, organizá un lugar en tu casa especialmente dedicado al trabajo. Un lugar propio, ordenado y confortable. Además, siempre es mejor para tu espalda y tu postura estar sentado en un escritorio antes que en el sillón. Create un rincón de productividad donde sea agradable pasar el tiempo y no pierdas la concentración.

- Organizá tus rituales y planeá tu día

8 horas son 8 horas. Si definís un horario de trabajo, tratá de cumplirlo. Es importante planificar por adelantado para no perder el tiempo en tareas superfluas. Para mantener el plan, podés tomarte un café por Skype con tus colegas antes de dar comienzo a la jornada. Esta pequeña reunión te puede ayudar a concentrarte y saber a qué darle prioridad.

- ¡No te olvides de las pausas!

Al igual que si estuvieras en la oficina, las pausas son importantes. En casa son más fáciles de adaptar según cómo venga la jornada laboral. Puede ser salir a almorzar, cortar para hacer algo de actividad física, etc. Cortar completamente con el trabajo te permitirá estar más concentrado al volver. Establecé un horario límite para el fin de la jornada.

- Hablá con tu familia y amigos

Avisale a tu gente cercana que estás trabajando desde casa. Muchos todavía piensan que te tomaste el día para no hacer nada y pueden llamarte a cada rato. Para evitar malentendidos, pediles que respeten tus reglas, al igual que lo harían si estuvieras en la oficina. Pensá en cómo organizarte para que nadie te interrumpa.