La recuperación de la zona franca boliviana fue de nuevo al freezer

Cuando parecía que estaba todo encaminado para la recuperación de los terrenos correspondientes a la Zona Franca de Bolivia en la costanera central, la tensión bilateral entre Evo Morales y Mauricio Macri terminó mandando el proyecto nuevamente al freezer.

Las idas y venidas en torno a la relocalización del área vienen desde hace varios años. En 2017 se había hablado de trasladarla hacia la flamante Zona Franca de Villa Constitución, pero la oferta que aparentemente vio con buenos ojos el presidente boliviano fue una formulada a principios de este año, que imponía el corrimiento hacia terrenos de reserva del Enapro en la zona sur de Rosario.

“Estaba todo listo, pero el Evo está enojado con Macri porque le suspendió un par de veces una bilateral y ahora no quiere saber nada con nada”, dijo a Punto biz una fuente inobjetable que sigue todos los meses las negociaciones.

La ciudad queda presa de una puja que la supera y sobre la cual no tiene incidencia. En el medio se pierde la oportunidad de continuar recuperando metros cuadrados frente al río. 20.800 metros cuadrados, para ser más exactos.

En el lugar el municipio tiene planeado una serie de intervenciones que acompañen el paisaje de la zona, siendo una continuidad del paseo 20 de Junio (inaugurado el año pasado, en una lonja que se extiende desde Pellegrini hasta Rioja) y del espacio público que se abrirá a futuro en terrenos que posee el Enapro en la zona.

Sin embargo, los planes deberán esperar. Las desaveniencias entre Evo Morales y Mauricio Macri impiden de momento que se firme un acuerdo que a principios de año parecía una realidad inminente.

Si bien la relación entre los presidentes había iniciado de buena manera (con Morales jugando un partido en la mismísima Bombonera), el conflicto por el cobro a bolivianos y argentinos que se atiendan en hospitales públicos de uno y otro país comenzó a tensarla. A ello siguió la postergación -por parte de Macri- de una reunión bilateral que nunca se concretó. La decisión de la Casa Rosada de no enviar ninguna de autoridad de alto rango a la firma de un acuerdo para la compra de centros de medicina nuclear en La Paz en febrero pasado terminó de congelar los vínculos.

A ello se suman las opuestas visiones que tienen los mandatarios sobre Venezuela, el decreto del gobierno argentino que promueve la agilización de expulsiones de inmigrantes que cometen delitos en el país y la amenaza formulada por un funcionario del Ministerio de Energía de revisar el contrato de importaciones de gas con Bolivia. Todos condimentos que ayudaron a enfriar los lazos bilaterale y patear para adelante -una vez más- la solución para la devolución de los terrenos.

Tanto como la relación entre Macri y Morales, el proyecto para la recuperación de la zona franca entró en una temperatura muy baja. Y seguirá en el freezer. La pregunta del millón en este cuento de la buena pipa es saber si cuando se terminen las controversias diplomáticas tendrá vigencia todo lo andado o habrá que volver a foja cero.