Fabrican un innovador bloque de hormigón y lo franquician en el exterior

Detectando una necesidad incipiente en el mercado de la construcción, dos hermanos oriundos de Villa Constitución comenzaron a fabricar por primera vez en Argentina bloques de hormigón celular espumoso. La innovación -que genera ventajas térmicas respecto a los materiales tradicionales- tuvo gran éxito y hoy no sólo abastecen a empresas de todo el país, sino que también se expanden vía franquicias hacia el exterior: ya cerraron un acuerdo para montar una planta en Perú y ahora van por otra en Paraguay.

La historia arranca en 2012, cuando Bruno y Franco Compa decidieron replicar aquí una tecnología italiana que combinaba métodos ecológicos y sustentables, a medio camino entre la construcción tradicional y en seco. Hicieron algunos viajes al Viejo Continente, invirtieron u$s 350.000 para fabricar sus propias máquinas y pusieron en marcha Lika.

“Para mediados de 2013 comenzamos a hacer las primeras tiradas. Nos llevó unos seis meses hacer los ajustes necesarios, como no había experiencia aquí todo fue prueba y error. Para finales de año ya obtuvimos una fórmula que nos aseguraba tener un proceso continuo”, contó a Punto biz Bruno.

Los primeros trabajos consistieron en la ejecución de contrapisos de hormigón celular en algunos edificios, y luego sí avanzaron en lo que hoy es el corazón del negocio, la fabricación y distribución de bloques para viviendas y edificios. Según aseguran, esta tecnología tiene ventajas tanto habitacionales como constructivas.

“Entre las principales características están la aislación térmica, siete 7 veces más que un bloque tradicional, la acústica, su mayor impermeabilidad y la rapidez en la construcción, con una reducción de tiempos de hasta un 40 por ciento”, explicó, para luego comentar que a la fecha llevan ya 60.000 m2 terminados y entregados a clientes ubicados en lugares tan distantes como Rosario, Santa Fe, Buenos Aires, Chubut, Misiones y Salta. 

Al ser pioneros en el tema, hoy muchos consultan a Lika por asesoramiento para contar con industrias propias en otros lugares. “Nuestra idea es justamente esa, no crecer en tamaño en nuestra fábrica, sino asociarnos con algún local y levantar una fábrica, porque de esa manera se ahorran costos de flete”, dijo.

Con ese objetivo el año pasado cerraron un acuerdo con un empresario peruano para montar una planta en Lima. “Les vendimos el know how y ellos hacen las máquinas bajo todas nuestras licencias. Luego cuando estén por terminar vamos a ir para hacer la puesta a punto”, explicó.

Ya hay contactos avanzados para replicar este modelo en Paraguay e incluso en otras ciudades argentinas, como Chubut. “Hay mucha gente que nos consulta pero esos están más avanzados. Como no es una inversión tan importante, y las ventajas son realmente muchas, hay fuerte interés en el mercado”, indicó.