Vivir al natural: datos claves para tener un lugar propio en la isla

Hasta hace unos años, pasear embarcado por las islas del Paraná frente a Rosario permitía espiar, al menos por un rato, la vida de los baqueanos. En gran medida hombres y mujeres dedicados a la crianza de animales que por tradición familiar o por simple elección habían decidido mantener costumbres centenarias alejadas de los lujos urbanos.

El panorama cambió radicalmente. Si bien se mantienen los nacidos y criados en el humedal, el crecimiento del parque náutico posibilita que, cada vez más rosarinos pasen el día en contacto con la naturaleza en el entramado de riachos que se despliega en un área de más de 40 kilómetros de ancho entre Rosario y Victoria.

Es así como los tradicionales ranchos de chapa y troncos, empezaron a alternarse con imponentes decks de madera y sofisticadas viviendas con diseños propios de un barrio cerrado.

Se trata de un mix entre naturaleza y confort que posibilita, ahorrando algunos pesos, levantar una casa para un fin de semana al mejor estilo Funes, lancha mediante, sobre las costas entrerrianas. Quienes conocen del mercado aseguran que terrenos hay de sobra para armar un proyecto edilicio. ¿Los elementos a favor?

Lotes que son más baratos que los de tierra firme y ausencia regulaciones que tipifiquen los modelos constructivos. En contra, aparecen las múltiples ofertas que no siempre permiten asegurar una escritura.

Costos, trámites, ventajas, riesgos y pistas para tener un lugar propio en la isla es una de las notas Hábitat que integra la última edición de Punto biz, a la que se puede acceder haciendo clic acá, enviando un mail a esta dirección o llamando al 0341-5299960.