Transporte: analizan flexibilizar exigencias de inversión a nuevos operadores

La Municipalidad analiza flexibilizar algunas exigencias de inversión a los nuevos operadores de transporte urbano de pasajeros para no seguir postergando el arranque del nuevo sistema, que estaba previsto originalmente comenzar en enero pero que fue postergado sin fecha.

El gobierno local no puede poner primera con el nuevo sistema (de líneas troncales, de enlace y barriales) por una estricta razón de costos. Es que las inversiones necesarias (por ejemplo en nuevas unidades) son millonarias y, pese al reciente aumento del boleto y el que se viene para marzo, los recursos no alcanzan para que cierre la ecuación económica. Es que si en marzo el boleto (que acaba de subir a $11.5) queda cerca de los $14 estará recién empardando los costos del actual sistema, pero no los mayores que implica el nuevo.

Por ejemplo, sólo en unidades los operadores deberán estar invirtiendo en torno a los $1.000 M. Y otro alto costo que se genera es que con las nuevas unidades se sumarán 118 que no tienen subsidio nacional contra las 60 actuales (de una flota de 800). Con esos costos, la tarifa de arranque del sistema, que la debe definir el Concejo, tendría que estar en los $16, una cifra áspera.

Es por eso que por estos días, en lo más alto de la Municipalidad debaten qué rumbo seguir. La llegada de más subsidios nacionales (por ejemplo los de la tarjeta Sube, que le permite al operador recuperar parte de los descuentos que le hacen en los boletos a estudiantes y jubilados) no es tomada como una posibilidad cierta. 

La alternativa de seguir postergando el arranque siempre está. Pero al hacerlo se consolida la precariedad jurídica del sistema, que en la práctica provoca  -por ejemplo-  que se limite el poder de sanción de las autoridades a las empresas por incumplimientos en las prestaciones, como ocurre con las frecuencias. Es más, como los contratos no están firmados, en la Intendencia temen que la empresa Cacique -peso pesado de Mendozar que desembarca en Rosario y fue la novedad de la licitación- se retire por las demoras.

Es por eso que, del análisis jurídico de la licitación, surgió la posibilidad de poner en marcha el sistema, pero extendiendo el plazo de concreción de algunas inversiones, que en la práctica significa flexibilizar momentáneamente desembolsos que lo encarecen. Sería una "puesta en marcha gradual" que le permitiría a los usuarios empezar a ver las primeras mejoras en la movilidad urbana.

Incluso, se analiza que la empresa municipal (Movi) sí cumpla con todas las inversiones iniciales previstas para que, en la cuenta final del inicio del nuevo sistema, el saldo de desembolsos iniciales no sea tan raquítico. Habida cuenta la Municipalidad tiene más espalda financiera para invertir y posibilidades de retrasar pagos a proveedores. Con esa fórmula, sostienen sus impulsores, le darían un respiro financiero a Cacique y Rosario Bus, los operadores privados que tendrá el sistema.

Ante el riesgo de que interesados en la licitación que se bajaron o perdieron denuncien que hubo cambios de reglas de juego, los promotores de la idea aseguran que  acomodar el cronograma de desembolsos sin alterar el fondo de las obligaciones y los montos es una decisión acorde a derecho que tiene el poder concedente. No obstante, saben que habrá repercusiones en el Concejo.

Habrá que esperar a ver si finalmente esta alternativa es adoptada o si siguen al a espera de un mejor contexto económico.