Cómo es la moneda virtual que compite con bitcoin

A estas alturas todos conocemos bitcoin, la criptomoneda que permite realizar compras en forma digital de manera segura. Pero, si bien esta es la más popular, existen más de 762 divisas virtuales en la red, que permiten realizar transacciones dejando menos huellas y pueden ser canjeadas por dinero en el mundo real. Entre ellas, la más destacada es el ether, cuyo valor creció en un 4.250% desde enero. Así, si en diciembre uno hubiera gastado US$8 en comprar un ether, hoy podría haberlo vendido por US$340.

A diferencia de otras criptomonedas, el ether está ligado a una plataforma llamada Ethereum y sólo puede ser utilizado dentro de ella. Se trata de un software que se descarga y permite construir aplicaciones descentralizadas o dapps. Es decir, apps que operan "exactamente tal y como las programas, sin posibilidad de interrupciones, censura, fraude o interferencia de terceros", en palabras de la asociación suiza que la regula, la Ethereum Foundation.

La plataforma usa la tecnología blockchain, alabada por su seguridad y discreción. Estas dos características la hacen ideal para crear mercados digitales o dejar constancia de deudas o promesas.

Por ejemplo, uno puede dejar instrucciones de cómo quiere que se mueva cierta cantidad de dinero en caso de que el euro supere a la libra y la plataforma se encargará de que así suceda sin necesidad de intervención humana. Pero operar en Ethereum no es gratis, sino que cada acción que la máquina realiza por el usuario tiene un costo, que hay que pagar en étheres.

En lo que a divisas virtuales respecta, el bitcoin mantiene el trono con un valor de US$2693,91 por moneda según bitalpha ai. Sin embargo, esta ha pasado de tener el 91% del mercado al 39% de un tiempo a esta parte. El historiador económico de la Universidad de Cambridge y de la London School of Economics, Garrick Hileman, cree que hay tres motivos. "El primero es que el bitcoin ha dejado de innovar. La moneda está alcanzando su capacidad plena y se está generando un debate y un atasco de carácter político en el debate de cómo incrementar esta capacidad", explica el especialista a la BBC. El segundo recae en las "sofisticadas" características de Ethereum, que permiten diseñar estas dapps. Pero el más importante es que los emprendedores han descubierto las facilidades que le ofrece Ethereum para conseguir financiación: las Initial Coin Offer (oferta inicial de monedas, ICO por sus siglas en inglés).

Una ICO es una forma de financiamiento colectivo o crowdfunding: un emprendedor anuncia su idea, crea una criptomoneda y la vende para conseguir el dinero con el que hará realidad su negocio.

La ventaja para las startups es que, a diferencia de las ruedas de financiación, quien le compre sus monedas no recibirá a cambio acciones de la futura empresa. En cambio, cuando la compañía ya esté en marcha, el inversor podrá canjear su moneda virtual por dinero de verdad. Así, el inversor necesita ether para comprar esta criptomoneda creada por la startup.

“Las ICO no son ilegales, pero no están reguladas", señala en este sentido Hileman. De momento, se espera que el afán emprendedor haga que el valor del ether siga subiendo.