Martilleros de punta contra corredores por escraches en inmobiliarias

El avance en la Justicia del Colegio de Corredores para clausurar inmobiliarias que no cumplan con lo establecido por Ley volvió a abrir la disputa con los martilleros, quienes debieron matricularse para seguir con la actividad de la compra venta de inmuebles. “Rosario y en gran medida toda la provincia de Santa Fe es el escenario de un caos total en lo que se refiere al sector inmobiliario”, sostuvo Angel Duré López uno de los martilleros que viene militando la causa desde hace años.

“Por un lado tenemos una organización absolutamente mafiosa que condiciona a todo el sector sin ningún basamento legal, me refiero al Colegio creado por pseudocorredores inmobiliarios. Asistimos al escrache de carteles con la leyenda Infractor ley 13154 con el logotipo de la Federación Inmobiliaria de la República Argentina (Fira) que es una entidad que no tiene ningún poder de policía sobre nadie. Es una falacia tildar de infractor a una persona o empresa por el solo hecho de vender una propiedad, ya que no existe ley alguna en nuestro país que circunscriba a todas las operaciones inmobiliarias bajo la figura del corretaje inmobiliario”, se despachó el profesional.

Asimismo, sostiene que “todas las operaciones inmobiliarias siempre se han realizado por la figura del mandato o por gestión de negocios, lo que deja en claro que es ridículo haber obligado a las inmobiliarias a convertirse en corredores puesto que el corredor tiene prohibido representar a las partes en la etapa de mediación del contrato, lo cual deja sin acción legal a la inmobiliaria para cobrar la comisión debida”.

La disputa entre ambos sectores data de 2010, cuando se sancionó la ley provincial 13.154 que daba el control de “ejercicio y matriculación” a los corredores. Pero dos años después se desató una feroz batalla en Rosario luego de que la Municipalidad se pusiera más firme en el control y estableciera sanciones y hasta la clausura de las inmobiliarias que no estaban registradas en dicho Colegio. Los martilleros pusieron el grito en el cielo, denunciaron que todo se trataba de un negociado y fueron a la Justicia local, que siempre les bajó el pulgar. 

Un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en junio de 2015 puso fin a la disputa entre corredores y martilleros en torno a la administración del negocio inmobiliario y definió que sólo aquellas inmobiliarias matriculadas en el Colegio de Corredores Inmobiliarios podían operar.

Ahora Duré vuele a poner el tema sobre la mesa e incluso le pega duro a la carrera universitaria de martillero y corredor: “La han convertido en un mero trámite para alcanzar la matriculación como profesional inmobiliario. Lamentablemente las universidades han dejado colonizar la carrera con todo lo que a negocio inmobiliario se refiere y no se educa en las materias básicas de un profesional. Hoy el egresado no tiene la formación necesaria para hacer un remate, para tasar un bien y mucho menos realizar una operación formal de corretaje público. Es una desvirtuación total de la profesión”, opina.