Cómo elegir un procesador para tu computadora y ahorrar

Al momento de elegir un equipo, el procesador es el componente más importante,ya que funciona como un pequeño “cerebro” para la máquina. Por eso es importante elegir el indicado al comprar una computadora o armarla.

Hay varios factores a la hora de definir cuál procesador será el procesador ideal: precios, características técnicas, compatibilidades de uso. Para elegir sabiamente, conviene tener en cuenta estos consejos, según el tipo de computadora:

Notebooks

Lo primero es revisar la marca y el modelo del procesador. La inmensa mayoría estarán equipados con con un chip de Intel dentro de las gamas “Core i”. Cada procesador vendrá con un número incremental que aproxime su rendimiento, aunque no de forma directa y proporcional. Para tareas del día a día podremos optar por un Core i3 o una versión barata de Core i5. Cualquiera de ellos nos permitirán navegar con mucha soltura y utilizar con facilidad herramientas comunes de los sistemas operativos modernos. Aunque la mayoría de las notebooks tienen procesadores de dos núcleos, algunos cuentan con tecnología que permite ejecutar dos subprocesos por cada núcleo, de forma tal que las tareas se repartan con mayor eficiencia.

Ahora bien, si tenés pensado utilizarlo para videojuegos, la elección irá por un Core i5 con un chip gráfico adecuado, o por un Core i7 más potente si necesitas hacer algo más. Pero en la mayoría de ocasiones, duplicar el costo del chip no supone el doble de rendimiento y sería mejor utilizar la diferencia en comprar una computadora con un almacenamiento en SSD -disco de estado sólido-, mucho más rápido que los discos rígidos tradicionales.

Por otra parte, hay que prestar atención a la gama Core M, o Core i3 M, procesadores muy potentes y económicos que no necesitan ventilador porque consumen poca electricidad y generan poco calor. Tienen refrigeración pasiva, similar al de una tableta o un celular inteligente. Un dato para destacar de estos procesadores es el precio: son los más baratos. Acompañados de 4 GB de memoria RAM –una cantidad más que mínima hoy en día– podrán ejecutar casi todo lo que un usuario común les diga, sea bajo el sistema operativo Windows, en macOS o en Linux.

PC de escritorio

En este segmento la miniaturización de los componentes, el consumo y el calor importa algo menos, así que los fabricantes optan por procesadores más potentes con cuatro, seis u ocho núcleos o más. Aquí se aplican los mismos conceptos generales que en las notebooks: acompañar de 4 u 8 GB de RAM y no dar el salto a un Core i7 a no ser que necesites las más altas prestaciones.

También aparece AMD como fabricante, con grandes modelos en su flamante gama Ryzen. Hay un AMD Ryzen comparable a casi cada chip de Intel, y en muchas ocasiones a un precio mucho más reducido.