Bolsas: Sellos en Obra Pública, otro negocio que Bahía Blanca se llevaba

La discusión que se armó entre las Bolsas cerealeras por el derecho de registro de contrato de los granos, una de las principales fuentes de ingresos de las entidades, suma otra capítulo en Santa Fe, pero esta vez con el sellado de contratos de obras y servicios públicos.

Resulta que en la Bolsa de Comercio de Santa Fe empezaron a notar que en el último tiempo caía el registro de contratos de obras y servicios públicos, un tradicional negocio de la entidad, del cual ellos son agentes de retención del impuesto a los Sellos. Y detectaron que era la Bolsa de Comercio de Bahía Blanca, un SA que preside Carlos Arecco, la que estaba llevándose esos registros al recaudar a alícuota reducida el Impuesto a los Sellos. Si bien no alteraba su muy buena salud financiera, a los ingresos de la Bolsa de Santa Fe la pérdida de estos contratos que sellaban le impactaba más que los que podían fugarse en granos, retirada que casi ni notaron.

Lo cierto es que fue ahí que la Bolsa de Comercio de Santa Fe activó junto con la Bolsa de Comercio de Rosario gestiones ante el gobierno provincial para una modificación de la Ley Impositiva de Santa Fe que aclarará que sólo las dos Bolsas santafesinas podían  recaudar impuesto de sellos a alícuota reducida (0,5%o) en tanto que si otra Bolsa registra un contrato que debe tributar el impuesto de Santa Fe debe cobrar la alícuota general (1%o). Es que la redacción anterior a estos cambios hablaba de “Las Bolsas” sin especificar su procedencia y por esa puerta abierta se había colado la Bolsa de Comercio de Bahía Blanca.

El tema es que al conocerse los cambios, que se publicaron en el Boletín Oficial de marzo, los que pusieron el grito en el cielo fueron  la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que venían registrando contratos de granos que tributan en Santa Fe cobrando la alícuota del 0,5%o en Sellos. Es más, Buenos Aires anunció que recurrirá a la Justicia por inconstitucional argumentando que ahora se discrimina al resto de las entidades bursátiles.

Entre las Bolsas cerealeras (incluyendo a las de Comercio Rosario y Santa Fe pero sacando a la de Comercio de Bahía) hay muy buen diálogo (que para nada está cortado, todo lo contrario) y respeto mutuo, y siempre canalizaron los diferendos en reuniones interbolsas dónde, a veces trabajosamente, se lograban los consensos y entendimientos. Por eso sorprendió en Santa Fe la decisión de Buenos Aires de ir a la Justicia a reclamar por este tema.

En Santa Fe sostienen que el cambio no es discriminatorio dado que casi todas las legislaciones provinciales otorgan ese beneficio a las Bolsas de su jurisdicción. No obstante, Buenos Aires tiene otra lectura: señalan tener derechos adquiridos (y esos son los que quieren defender), aseguran sufrir un trato discriminatorio y se quejan del proceso legislativo para la sanción ya que nunca fueron consultados ni convocados para explicar sus argumentos (es más, se anoticiaron cuando salieron); entre otras razones. Además, recuerdan que ya ganaron en la Corte Suprema un caso parecido en contra de la Provincia de Buenos Aires. Y aclaran que la incursión por la Justicia no es contra las Bolsas santafesinas sino contra la Ley Impositiva de Santa Fe que los discrimina.

Punto Biz consultó a fuentes oficiales del Ministerio de Economía de Santa Fe, que se mostraron confiados en que no hay margen para cargar por inconstitucional al cambio de la Ley  Impositiva.