A todo trapo: encontró un lote con ropa de los 80 y armó showroom vintage

Bajo el concepto de "consumo responsable" y con el acento puesto en encontrar belleza en prendas que fueron descartadas, Victoria Saenz abrió el showroom de ropas y accesorios vintage El Altillo. Allí se dedica a comercializar prendas usadas - y también sin uso -, de lotes que quedaron sin vender de diseñadores de la década del ´80. La tendencia ya está consolidada nivel global y en la ciudad empieza a asomar

“Abrí el showroom a fines de enero, aunque la tienda ya funcionaba desde diciembre del año pasado. Nació a raíz de un gusto personal, siempre me interesó este tipo de ropa por la moldería de las prendas y por la calidad de las telas. Veía que en Rosario no había opciones que incluyeran una curadería que, por ejemplo, realmente certificara que son vintage” explicó a punto biz, su dueña Victoria Saenz.

El Altillo arrancó cuando Saenz empezó a vender sus propias prendas usadas en Córdoba al 1700. Después, algunas marcas de moda con las que trabajaba como asesora también se fueron sumando y, finalmente, el boca en boca potenció la difusión.

Es que Saenz, quien estudió asesoramiento de imagen, comunicación y marketing, trabaja hace unos cinco años en el ámbito de moda en la ciudad. Durante sus primeros años se desempeñó como asesora para clientes particulares y marcas, como diseñadora de indumentaria de su propia línea y como docente en los institutos Roberto Piazza e Instituto Superior de Comunicación Visual. Fruto de todo ese trabajo también armó con algunos colegas la revista digital Modage, y participó de micros televisivos. 

En diciembre pasado englobó todo ese trabajo en una Consultora en Servicios de Moda lanzándola junto con su página web. “Los servicios que ofrecemos son amplios desde diseño de colecciones, marketing y comunicación, community managment, diseño de páginas web, tiendas online y producción de catálogos y lookbooks para marcas. Comenzamos con dos clientes en diciembre, hoy contamos con nueve y nos expandimos en recursos humanos”, explicó Victoria.

Entre sus clientes de indumentaria figuran: Gente de Rosario, Minusa, Reversiva Sportwear, Diamonds, The Box Showroom. Además la agencia de maquillaje Silvina Lezcano, y We Love Karenina, accesorios y bijou, entre otros.
 

“Hoy tengo también dos percheros extras en El Altillo. Uno es de una chica de Paraná y otro de una cordobesa que vive en Rosario. Ellas también hacen curaduría de ropa vintage y como no tienen local a la calle, se sumaron. Esto también tiene que ver con pensar el negocio de una manera integradora”, apuntó Saenz.