Epidemia contra la apertura de nuevos comercios se desató en el interior

La llegada de nuevos locales a distintas localidades del interior provincial viene generando fuertes rechazos por parte de los comerciantes históricos, que ven en estas aperturas una supuesta competencia desleal. El caso más reciente es el de un supermercado oriental en Casilda, que sobrevino a los intentos por frenar la apertura de la carnicería de un frigorífico en esa misma ciudad y un polirubro en Sastre.

La avanzada proteccionista que se viene alzando en varios puntos del territorio santafesino se da en una época con el consumo a la baja: si bien el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) marca un repunte de las ventas en enero, los números del 2016 evidenciaron una caída en las operaciones de supermercados y shopping.

En este marco los comerciantes locales defienden sus reductos con uñas y dientes. En la ciudad de Casilda los supermercadistas dilataron por más de 8 meses la habilitación de un supermercado chino, que si bien había cumplido con todos los requisitos tuvo que lidiar con el lobby de los referentes históricos del sector.

El secretario de Gobierno de la ciudad cabecera del departamento Caseros argumentó que la demora en la aprobación del expediente fue necesaria "para analizar la situación", aunque finalmente le dieron luz verde. El Concejo también se expidió positivamente sobre la iniciativa, al considerar que su propietario cumplía con todas las formalidades, incluso había presentado informes de impacto ambiental y comercial.

Punto biz ya había dado cuenta de la estrategia de los supermercadistas orientales, que desde hace algún tiempo tomaron la decisión de mudarse desde Rosario hacia ciudades más chicas. En una nota publicada en 2015, este medio explicó que este movimiento respondía principalmente a la sensación de mayor seguridad que los empresarios sienten en las comunidades más chicas.

Antecedentes
 

El capítulo anterior de esta ola proteccionista también ocurrió en Casilda: desde diciembre la firma Rafaela Alimentos pretende abrir una boca en el centro de esa localidad, pero la reacción de los carniceros locales mantienen frenado el emprendimiento.

Para no generar mayores conflictos, el frigorífico rafaelino sigue con las persianas bajas del espacio, aunque advierte que desde diciembre tiene colgados a 5 trabajadores. Además sostiene que sigue abonando el alquiler y los impuestos del lugar.

En Sastre, por último, la llegada de un empresario boliviano puso en alerta a los comerciantes del casco céntrico, que si bien no impidieron la apertura del nuevo espacio comercial, lograron que el Concejo sancione una Ordenanza que frenaba nuevas habilitaciones por 180 días. De todas formas, ahora el Ejecutivo vetó la norma, permitiendo la llegada de más emprendimientos.

Los históricos propietarios de Sastre habían acusado que la instalación del emprendimiento iba en detrimento del comercio local, podría causar “perjuicios económicos irreparables” y podía generar el cierre de varios espacios hoy en funcionamiento.