Bioceres sigue de compras: luego de Rizobacter se quedó con otra agroquímica

La biotecnológica rosarina Bioceres se alió con dos cerealeras vinculadas a la multinacional Glencore (Laritigoyen y Sucesión de Antonio Moreno) para comprar la mayoría accionaria de la agroquímica Chemotecnica. La operación se cerró a finales de 2016, pero no se informaron oficialmente detalles de cómo quedó el paquete accionario, el monto de la transacción y si habrá cambios en el management.

“Creemos que esta nueva configuración de accionistas le dará a Chemotecnica una innovadora y fortalecida posición industrial y comercial en el mercado de protección de Cultivos y Salud Ambiental a nivel regional. Todos los nuevos accionistas tienen experiencia y conocimiento agroindustrial, por lo que esperamos capitalizar sinergias que nos permitan crecer y expandir nuestra presencia en el mercado”, señaló el presidente de Chemotecnica,Alejandro Golfari. “En los próximos meses estaremos comentando nuestros planes de crecimiento y empezaremos a trabajar para aumentar nuestro negocio”, agregó el ejecutivo.

Esta operación se suma a la renovada tendencia global de concentración en el negocio de provisión de insumos para el agro (agroquímicos, fertilizantes y semillas) que tiene como emblema fusiones como la de Dow y Dupont y las compras de Monsanto (Bayer) y Syngenta (Chem-China) y que obedecen a que el negocio cada vez insume más grandes dosis de capital para encarar investigación, producción y comercialización de los nuevos productos.

Los orígenes de Chemotecnica se remontan a la década del 40 cuando arrancó con la fabricación de productos químicos para el agro y la salud humana, división farmacéutica que vendió en 1997. En 2007 inauguró su planta de herbicidas; un predio de 11 hectáreas en provincia de Buenos Aires con un área cubierta de 12.400 m2 altamente equipada para la síntesis de principios activos, producción de drogas veterinarias, formulación de productos para la Protección de cultivos y formulación de productos para salud Ambiental, sus principales negocios de la actualidad.

Con respecto a Bioceres -que cuenta actualmente con varios eventos biotecnológicos en desarrollo y una alianza público-privada estratégica que le permite mantener una posición líder en Latino América- la firmas desarrolló en los últimos años una unidad de negocios dedicada a la propia producción de semillas y recientemente adquirió el 50% de la bonaerense Rizobacter SA, en una operación que tuvo mucho de salvataje para la vendedora como de oportunidad de crecimiento para la compradora.

Por el lado de Lartirigoyen, se trata de un reconocido jugador del negocio cerealista (comercialización, molinos, biodiesel, alimentos balanceados y proveedor de insumos y servicios para el agro) con fuerte injerencia en La Pampa y en el centro sur de provincia de Buenos Aires, que en 1997 consiguió un fuerte aporte de capital y el management de Oleaginosa Moreno (empresa del grupo Glencore) que le permitió anticiparse y afrontar los fuertes cambios en la modernización del comercialización agrícola que sucedieron luego.

Precisamente, Sucesión de Antonio Moreno es una empresa del Grupo Glencore Argentina (uno de los principales jugadores en los mercados de exportación y crushing de granos, biodiesel, arroz, petróleo y minerales en el país) y está dedicada al acopio y comercialización de granos, distribución de agro insumos a productores y prestación de servicios agropecuarios.