Municipalidad frena desarrollo inmobiliario de la Bolsa

Un proyecto inmobiliario para levantar dos torres de oficinas divide por estos días las aguas entre la Bolsa de Comercio y la Municipalidad de Rosario. Se trata de un desarrollo de la entidad bursátil que busca cubrir la demanda de empresas del sector (tanto grandes como pymes) que prefieren seguir estando en el centro.

En rigor, el proyecto se empezó a delinear hace más de 10 años, durante la presidencia de Federico Boglione. Pero durante las gestiones de Jorge Weskamp y Cristián Amuchástegui fue cuando se empezaron comprar propiedades vecinas al edificio principal sobre calle Corrientes al 700. En paralelo a la compra de inmuebles por esa arteria (salteando el hotel Libertador pero con posibilidad de unir por adentro de la manzana los futuros edificios a la sede central) y por calle Santa Fe (cocheras privadas), la Bolsa le fue sacando punta al proyecto, que en un momento fue pensado como un nuevo complejo de edificios top como el Torre (que es el que tienen por calle Paraguay) aunque también se barajó darle un perfil más pyme con el sello de la entidad.

Lo cierto es que la actual gestión de Alberto Padoán está decidida a avanzar con el desarrollo y presentó un proyecto en el Municipio, pero el tema no termina de cerrar en las áreas de la Secretaría de Planeamiento. Es que los inmuebles donde se quiere levantar el desarrollo son dos: el que albergó durante algunos años a un local de Tarjeta Naranja y el de al lado, y ambos están dentro del área de protección histórica.

Si bien sobre el espacio que ocupó la financiera disponen de libertad absoluta ya que allí no hay inmueble a preservar, no ocurre lo mismo con el otro. Allí deberían respetar la fachada así como una construcción interna. Sobre el primero de los puntos habría un principio de acuerdo, en tanto que la traba principal pasa por el segundo: el Municipio no aprobará ningún proyecto que derribe ese inmueble, y a la Bolsa se le hace inviable la inversión si tiene que preservarlo tal como está.

Al tratarse de un desarrollo de características especiales, no sólo debe atravesar la instancia municipal sino que también debe ser remitido al Concejo para su aprobación, lo cual en principio no presupone un camino político fácil de desandar.

Con el proyecto de las dos torres de oficinas la Bolsa intentará replicar el modelo que aplicó con el edificio Torre, es decir, ofrecer un espacio cerca de la entidad a las empresas vinculadas. Pero a diferencia del Torre, en este caso la intención no es orientarlo sólo a los grandes jugadores como los que están en el Torre (Cargill, Vicentin, etc). Es más,  ya hubo dos reconocidas constructoras que acercaron sus propuestas, una de ellas es Pellegrinet.